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First Love - Min Yoongi

"내 기억의 구석 한 켠에 자리잡은 갈색 piano"

"En un rincón de mi memoria hay un piano color marrón"

- ¡Te juro que quemaré ese piano hasta los cimientos! - el hombre se levantó de la mesa donde todos hace tan sólo unos minutos disfrutaban tranquilamente de la cena, bueno, antes de que empezara la discusión.

- ¡Ni sé te ocurra ponerle un dedo encima a mi piano! - la voz de Suga se alzó de la misma forma que su padrastro el cual lo retaba con la mirada.

Y así eran todos los días en la casa de los Min. Desde que Yoongi tenía memoria su padrastro siempre había sido un hijo de puta rompe pelotas. Siempre llegaba borracho a casa, no le era fiel a su madre, le solía gritar a él y a su madre y por último se gastaba todo el dinero de la casa en cigarros.

La Señora Min simplemente comenzó a toser, una tos áspera que hizo que el menor de los tres la mirara con preocupación y fuera de inmediato a socorrerla. Aún después de tantos años, su madre no había logrado deshacerse de la bronquitis, y todo por culpa de su padrastro que se gastaba el dinero para su medicina en cigarros.

- Mamá, ¿estás bien? - el semblante de Yoongi demostraba total preocupación y su madre tomó la mano que le ofrecía este con una débil y casi forzada sonrisa.

- Tranquilo, Suga, estoy bien.

- Aún no he terminado contigo, idiota - su padrastro rodeó la mesa hasta colocarse al lado de Yoongi, darle la vuelta y sujetarlo por el cuello de su camisa.

- Kang Soo, déjalo. El chico tiene derecho de hacer lo que quiera, para algo es mayor de edad - dijo su madre tomando lugar en la discusión.

- Es que no entiendes, Sunny. Nos va a llevar a la bancarrota con sus tontas ideas de volverse pianista - el hombre volvió a sacar a relucir el tema por el que la discusión había iniciado - ¡Nadie se gana la vida en estos días siendo músico!

- Por si no te has dado cuenta, ya estamos en bancarrota por tu culpa - la voz tan autoritaria de su madre hizo que Yoongi la mirara algo sorprendido, además, del hecho de que su padrastro hubiera agachado la cabeza - Más mal de lo que estamos no podemos estar. Además, Suga siempre fue bueno con el piano, lo tiene desde niño. Sé que podría llegar a hacer grandes cosas - su madre le dedicó una sonrisa de total confianza y Yoongi tuvo que reprimir las ganas de estrecharla entre sus brazos en esos mismos instantes.

- Esas son tonterías - sacudió una mano en el aire violentamente.

- Mamá, saldré un rato - anunció Yoongi cuando sentía que la rabia le ganaría si se quedaba un segundo, su madre asintió comprendiendo la situación.

- Hey, no te atrevas, tenemos que terminar esta conversación - dejó a su padrastro con la palabra en la boca mientras cogía su chaqueta, afuera hacía frío ya que estaban a finales de febrero - ¡No te atrevas a salir por esa puerta, Min Yoongi!

Suga sintió como su mano se apretaba alrededor del pomo de la puerta. Odiaba cuando su padrastro decía su nombre completo, se sentía asqueroso viniendo de él. Levantó su mano sacándole el dedo del medio y abrió la puerta saliendo por esta ignorando totalmente los gritos de su padrastro exigiéndole que regresara. La tarde era fría y Yoongi se agradecía mentalmente haber tomado su chaqueta. Caminó por la acera sin rumbo alguno hasta detenerse junto a un poste de luz. Las carreteras estaban desiertas por el frío de la tarde. Su aliento parecía humo al salir de su boca.