Uno

64 10 16
                                    

Villa di successo, Seúl, Corea, 14 de noviembre, 2020

4:00pm.

La joven miró una vez más al hombre que se negaba a cumplir sus demandas, suspiró profundo y dejó que su rostro fuera adornado por una tierna sonrisa, el hombre la miró sin interés alguno.

—Creo que no estás entendiendo el punto—le dijo con voz dulce.

—Mátame puta—se burló y luego escupió a sus pies.

Ella chasqueó la lengua bastante segura de que enloquecería en cualquier momento. No le gustaba que la gente se metiera con ella, pero sabía que aquello era solo una provocación inútil por sacarla de sus casillas.

—¿Crees que voy a perder el control y enterrarte este cuchillo en el cuello para que te mueras rápidamente? —la joven rio divertida. —¿Tú crees que haría algo como eso Lou?

El joven que se había mantenido observando, recargado desde la pared, se acercó a la escena.

—Por supuesto que no, a ella—dijo acercándose al hombre atado—le encanta jugar con su presa y si esta no suelta ninguna información, se convierte en un parque de diversiones.

—Sabes Lou, creo que él piensa que eres más peligroso, míralo, comenzó a temblarle la pierna. —Lou rió divertido, al ver al hombre intentar controlarse.

—¿Sabes que ella es la jefa de esta familia? ¿Cómo crees que obtuvo el título? ¿Preparando té?

—En realidad sí preparé un té ¿No te acuerdas?

—¡Claro! uno de intestinos y sangre, lo calentó y se lo di al dueño de aquellos ingredientes.

—y no tolero ni un sorbo, supongo que estoy lejos de los estándares femeninos—la joven sonrió al ver como el tipo pasaba saliva, una clara señal de miedo—así que ¿tendré que torturarte hasta tu muerte o me dirás todo lo que quiero y me encargaré de que mueras rápidamente?

—No tengo miedo princesita. —La joven lo miró incrédula.

—¿Por qué todos insisten en sacar lo peor de mi Lou? ¿Acaso creen que me gusta destriparlos por diversión? —Lou suspiro y negó con la cabeza—Bien supongo que llegaré tarde, pásame las pinzas y ponle la mordaza, tengo jaqueca.

Lou le pasó las pinzas y ajustó la mordaza a la boca del hombre que comenzaba a sudar y temblar ligeramente. La joven sonrió ante el miedo en los ojos del hombre, trono sus dedos y comenzó con la tortura.

No, ella no era una dulce princesita.

Palacio 보름달 (Boleumdal) Seúl, Corea, 14 de noviembre, 2020

8:00pm.

Tamborileo los dedos una vez más sobre la mesa, era absurdo que ella aun no llegara, que él estuviera esperando y que ese fuera su primer encuentro, una cena familiar, Hoseok había insistido que al menos tuvieran algo de privacidad, pero su madre había negado la petición, diciendo que sería un deshonor para su prometida y para el mismo, como si fuera alguna clase de puritano, si su madre supiera dónde había estado su boca, probablemente le habría quitado el título que tenía.

No, ya no se sentía como un santo, había cambiado brutalmente después de haber sido dejado por la mujer que amaba, lo que menos deseaba, era usar la máscara de joven encantador y ansioso por casarse, no cuando la novia no era la mujer que había elegido.

—¿Falta mucho? —preguntó fastidiado.

—Tuvo un contratiempo, pero su auto ya está entrando, así que por favor Hoseok compórtate— dijo su madre, la reina, Ji Woo le mandó una mirada de advertencia.

La caída de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora