—Esto está cansándome. Mantente detrás de la raya en cuanto a mi vida personal y la de mi hija. Me agradas bastante y a Chloe también, no hagas que te saque de nuestras vidas por decir ese tipo de cosas —paso por su lado para ir hacia el ascensor, pero me llama y me detengo.

—¿Tan rápido te olvidaste de Leane? —pregunta casi en susurro.

—Solo estoy viviendo, Daisuke. No disminuyas mi luto solo porque no está siendo como el tuyo.

Sigo mi camino y antes de ingresar al ascensor, escucho la voz de Dylan saludando a la pelinegra.

—¡Statham! —me llama y sin ganas giro levemente mi rostro. Alzo las cejas y sigo esperando el ascensor.

Dylan niega con la cabeza y trota hacia mí. Su estúpida sonrisa aumenta mis ganas de huir de esta maldita escena que no tiene sentido.

—¿Por qué te vas? Vamos a cenar.

—Ya cené —respondo a secas.

—Es cierto, ¿cómo te fue con la rubia?

—Bien —sigo concentrado en los números que descienden de la pequeña pantalla.

—¿Qué te pasa? —me empuja del hombro.

—Estoy cansado y Daisuke acaba de darme una maldita cátedra como si fuera...

—¿Qué? —pregunta al ver que no termino la oración. Ella nos analiza desde la lejanía.

—Me reclamó porque me vio con... —decido no mencionar su nombre.

—¿La rubia? —agrega.

—Sí y tú se lo contaste —suelto serio.

Abre los ojos exageradamente y se lleva una mano a su pecho.

—Juro que no abrí la maldita boca, Isaac.

Arrugo mi ceño.

—¿Entonces cómo...? —volteo a mirar hacia ella y me topó la gran sorpresa de que ya no está.

Tomo mi teléfono y comienzo a marcar su número mientras me muevo por toda la recepción en su búsqueda. Dylan se me une.

—¿Qué mierda pasa?

—Daisuke... —sigo llamándola a su celular —. Me vio con Chelsea y sugirió que le dejara a Chloe a sus abuelos.

—Hoy me caí y no conecto nada. ¿Eso significa que...?

—Que los abuelos de Chloe la enviaron a joderme la maldita vida, Dylan.

Vuelvo mi vista a la pantalla de mi teléfono y marco otro número.

💛

Chelsea

El teléfono suena en la mano de Matthew. Lo miro y luego paso a él.

Es Sam.

—Déjame contestar, es mi tía —pido.

Me tira el teléfono a los pies. Se pasa las manos por el cabello y me da la espalda. Tomo el aparato en mis manos para contestar.

—¿Sam?

Hola, amore mio. ¿Cómo estás?

Bien —trato de respirar normal, pero la verdad es que estoy hasta temblando —. Descansando.

¿Sigues aquí en Chicago?

Sí, todavía estoy aquí... —me gano la mirada de Matthew —. Cancelaron mi vuelo —miento.

BACKSTAGE (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora