Robin, Zoro y la última pista

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— ven! Por aquí!
— estás seguro que lo viste por este rumbo
— estoy seguro, claramente vino en esta dirección.
— pero todo lo que hay por aquí es la fosa, es muy peligrosa y la única salida de ella se estima que es una cueva la cual por los gruñidos sabemos que está habitada por un animal grande y salvaje.
— en serio? — pregunto Zoro deteniéndose de cortar la alta yerba que había en el camino hacia la fosa. — alguna vez vieron a ese animal o ah causado daños en el pueblo?
— creemos que es un oso, hemos visto de vez en cuando osesnos por aquí, siempre los regresamos al bosque cerca de la cueva.

— bueno, sea como sea, me pareció ver la misma especie de mariposa volando hacia acá.
— aún para mí es muy temprano para esto, Zoro. No ha salido ni si quiera los primeros rayos del sol.
— deja de quejarte, se supone que la estricta aquí eres tú.
— ayer dijiste que era solo una mujer, hoy decidí demostrarlo. Realmente no me gusta levantarme temprano, prefiero desvelarme.

— jajaja
— de que te ríes?
— yo también prefiero desvelarme.

Robin sonrió, y siguió a Zoro hasta que llegaron al borde de la fosa, parecía un gran crater de tierra desfigurado, como una barranca sin vista el suelo, la niebla de la noche colaba lo hondo y la linterna de Robin no podía hacer ver a travez de esa espesa niebla, la luz de la vela en la linterna apenas había indicado el límite evitado caer en el vacío.

Preocupada de haber llegado demasiado al límite, Robin retrocedió de miedo, esa fruta fosa o cueva, no había sido explorada realmente, solo se sabía que cuando las lluvias del verano eran extremas era por ahí que llegaban las aguas, por lo que todos determinaba que era alguna clase de pozo de aguas estancadas, que en épocas de sequía servía para los animales como refugio.

— bien debemos bajar.
— espera que?
— debemos bajar
— si, te escuché la primera vez, quiero decir; ¿estás conciente que aún es de noche, que no es visible el fondo y por lo que dije antes puede que ni fondo tenga desde aquí, además que la otra aparente entrada puede estar llena de animales salvajes?
— si
— pero, pero...
— deja de cuestionar, la pista que encontré ayer indica que tenemos que entrar, mi señor entro antes aquí.
— que clase de pista te dejo?
— la pluma de un ave madrugador y un trozo de cuerda, que si no me equivoco deberá él haberla ocultado por aquí.
— ¿como es posible?
— primero busquemos la cuerda. Estoy seguro que él quería que entrará en este lugar contigo.
— ¿conmigo? ¿Cómo conmigo?
— vaya! Realmente suenas como una pequeña curiosa. ¡Si, contigo!
— ¡basta deja de burlarte!, Yo también tengo mis miedos. No me gusta la idea de quedar sepultada ahí abajo, ya sea por agua o tierra. Y los gruñidos de las bestias no ayudan tampoco.
— tranquila, estás conmigo. Te protegeré.
— tienes un brazo ¡ROTO!
— sigo siendo fuerte, además para bajar puedo llevarte si te aferras fuerte a mi.
— está bien.

Robin, no estaba segura de ese plan, pero Zoro parecía totalmente seguro. Dos personas, atadas a una cuerda que estuvo expuesta a animales y cambios de clima, sin cuidados, solían ser riesgosas al momento de usarlas.

El miedo que entró en Robin, no calo en Zoro. Su mirada y postura seguia en cortar la yerba, siguiendo el límite de la fosa, hasta que llegó a una grande, pesada u redonda piedra particularmente cerca, la yerba lo había cubierto, pero claramente esa roca parecía haber sido colocada a propósito. Pidiendo a Robin dirigir la luz hacia la roca, con ayuda de unos troncos cercanos alzaron la roca lo suficiente para sacar de abajo una bolsa de piel.

Una vez colocada la piedra en su lugar nuevamente, Zoro se dedicó a inspeccionarla.

— es de tu señor?
— si, está grabada con su símbolo
— puedo ver?
— claro

Sin más Zoro, procedió a mostrarle el contenido, una cuadra gruesa y larga, bastante bien protegida de las lluvias y el fango del lugar.

— bien, suficiente prueba que tenemos que bajar
— no — dijo temerosa — pero sé que es necesario — susurrando pues no quería que Zoro escuchará que lo iba a hacer, una parte de ella deseaba que Zoro se compadeciera de ella dejándola en la superficie rodeada de oscuridad que en el fondo llena de miedo.

Mariposa con aroma a frutaWhere stories live. Discover now