El forajido, la condición, el trato

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Zoro sonrió complacido ante la porte de la Emperatriz. Había ganado y ya sabía que haría con la emperatriz una vez a solas.

Sonrió aún más con picardía y sin disimulo. Lo que no sabía es que para Robin eso solo alentaba más sus mayores temores, puesto que Zoro no era un asesino pero si un completo desconocido, al que creyó poder usar y divertirse viéndolo sentirse frustrado, pero el plan se fue de sus manos y resultó ser más hábil que ella, por lo que en su imaginación encontraba la palabra venganza y su definición.

Al llegar al lugar del crimen había dos guardias cuidando del callejón mientras había un círculo de aserrín rodeando el charco de sangre dónde antes estaba el sobrino del consejero de finanzas.

Robin despidió a los guardias para que ahora ella pudiera moverse con libertad en la escena, pero pidiendo regresar con agua, esencias y más aserrín.

Una vez los guardias se habían marchado, Robin pidió a Franky y Zoro descubrir sus caras.

Franky tomo su lugar donde estaban los anteriores guardias para evitar que cualquier persona pasará por ahí, pero con la diferencia que su mirada estaba completamente absorbido hacia la Emperatriz.

— ¿Él nunca te pierde de vista?
— No, siempre hemos estado juntos
— ¿Y el baño?
— Hay obvias excepciones que cumplen mis damas de compañía.
— ¿Entonces nunca estás sola?
— Claro que si, en mis aposentos antes de dormir. ¿Porque quieres saber todo eso?
— Simple curiosidad, ya que tendré dos días enteros contigo — ante esas palabras Zoro le guiño el ojo a la emperatriz, que en su irritación mejor fue a hablar con Franky un momento.

Mientras tanto Zoro reconoció otro círculo de aserrín justo donde había auxiliado a la joven.

Miro atento e hizo una muñeca símbolo del desagradable infortunio. Entonces se dio cuenta que la emperatriz la veía con expresión incomprendida...
—¿Que?
— Es solo que no sabía que podías hacer esa clase de gestó. Parece que realmente te disgusta.
— No tiene nada de honor usar la fuerza para herir inocentes. Quiero ser más fuerte, pero este tipo de fuerza no es la que busco.
— Entiendo. Yo quiero ser un líder que no necesite la fuerza para cuidar de su gente.
— Bien comencemos.

Robin dejo un lado el triste sentimiento y procedio a pedirle a Zoro que caminara desde el lugar excto en el habia entrado al callejon, de ser posible haciendo las pausas que habia hecho mientras detenia al asesino; mientras observaba, robin se dio cuenta que no era suficiente.

— ¿Que ocurre princesa?

— No es suficiente. Haré esto contigo

— ¿Me podras seguir el ritmo sin saber que hacia el enemigo?

— Puedo recrear una escena a la perfeccion si se que hicieron, ya que no se quien fue. Solo dime donde se paro, donde se detubo y si se cayo o movio a algun lugar.

El forajido Zoro parecia intrigado, pero quería ver la magia de la recreación de su princesa. — Muy bien— dijo.

Señalo justo donde estaba la emperatriz — Ahi, justo donde estas... cuando llegue al callejon estaba incado hagarando su sombrero. Creo que fue el momento exacto en el que la victima le vio el rostro.

— ¿Tu tambien lo viste?

— Más adelante te lo dire. despues que avancé justo aqui se habia levantado y acomodado el smbrero; tomó pose de defensa con la mano derecha, tenia aberturas en el costado izquierdo.

—Atacaste ahí y él se movió a la izquierda pero salto hacia atrás a la derecha.

—Exacto, como lo supiste

Mariposa con aroma a frutaWhere stories live. Discover now