No es un Gran Sacrificio

Capítulo 9 : Lan Wangji

Durante los próximos días, Lan Wangji tiene que volver a tomar tés medicinales y bañarse en el Estanque Frío. El sanador de la corte le dice que es posible que nunca se recupere correctamente después de la tensión que puso en su pierna.

Pero valió la pena. Los Wen que los atacaron están muertos, el espía será capturado, Wei Wuxian está a salvo. Wei Wuxian lo considera un amigo.

Lan Wangji nunca tuvo un amigo. Siempre prefirió la soledad. Cuando necesitaba apoyo, podía recurrir a su hermano. Estar rodeado de chicos de su edad nunca fue de su agrado, y además ya era demasiado tarde - ya tenía fama de ser una persona retraída. Pero estaba bien, no necesitaba un amigo.

Resulta que tener un amigo no es tan malo, a pesar de que estar cerca de Wei Wuxian todo el tiempo resulta a veces agotador. Nunca está quieto, siempre buscando algo emocionante que hacer y arrastra a Lan Wangji con él.

Así es como encuentran a los conejos en uno de sus muchos paseos. Son blancos y esponjosos y mueven sus naricitas.

"¡Lan Zhan! Podemos poner algunas trampas y atraparlas."

"No."

"¿Por qué no? Podemos llevarlos a la cocina. Apuesto a que estarán deliciosos".

"¡No!"

Wei Wuxian se ríe de él. "Ah, Lan Zhan, parece que te gustan los conejitos. ¿Quieres hacerte amigo de ellos? Creo que si venimos aquí con regularidad y les damos de comer algunas zanahorias, se volverán mansos".

Solo se necesitan unos días para que el primer conejito se acerque y deje que Lan Wangji le rasque las orejas.

"¡Ah, Lan Zhan!" Wei Wuxian grita, asustando a los conejos. Presiona su mano contra su pecho y dramáticamente se deja caer de espaldas como un mal actor realizando una muerte súbita. "¡Lan Zhan! ¿Eso fue una sonrisa? ¡Mi pobre corazón no puede soportarlo! ¡Hazlo de nuevo! ¡Quiero ver!" Se arrastra a cuatro patas y se inclina tan cerca que su nariz casi toca la de Lan Wangji. Lan Wangji lo empuja, pero parece haber perdido el control de sus labios.

"¡Ahí está! Lan Zhan! El mundo es afortunado de que no sonrías más a menudo. ¡Se romperían muchos corazones! Imagina a todas las pobres doncellas y jóvenes persiguiéndote. Es mejor que tus sonrisas son un tesoro bien guardado".

"Tonterías", dice Lan Wangji.

No lo admitiría, pero después de ese día, se vuelve menos cuidadoso con sus sonrisas alrededor de Wei Wuxian. Sonríe cuando Wei Wuxian le da un dibujo de un par de conejitos, sonríe cuando hacen un dúo juntos. Wei Wuxian no comenta sobre esas sonrisas, pero cuando las nota, parece que se le corta la respiración.

Lan Wangji no está seguro de que Wei Wuxian sea su amigo. Si fuera su amigo, ¿Lan Wangji pensaría en los labios de Wei Wuxian a altas horas de la noche cuando no puede dormir? Si fuera un amigo, ¿el corazón de Lan Wangji bailaría en su pecho cada vez que escuchara reír a Wei Wuxian? Si fuera un amigo, ¿no le desearía lo mejor y se sentiría feliz por su próxima boda?

En cambio, teme el día en que Lan Xichen regrese. Odia la idea de que las brillantes sonrisas de Wei Wuxian se dirijan a otra persona que no sea Lan Wangji. Aunque ese otro sea su hermano. Su mente le tortura con imágenes de la mano de Lan Xichen sujetando las esbeltas muñecas de Wei Wuxian, tocando sus mejillas, enredándose en su suave cabello.

Intenta apartar esos pensamientos, esos sentimientos, al rincón más oscuro de su mente, pero es más difícil cuanto más se acerca la fecha de la boda. Y se acerca rápidamente.

Lan Wangji sabe sobre la entrega de seda roja para el traje de boda de Wei Wuxian, él mismo lo inspeccionó a pesar de que sus manos temblaron cuando las pasó sobre el delicado bordado dorado, pero cuando un sirviente le dice que Wei Wuxian le está pidiendo que vaya a su habitación. , él no hace la conexión. Es por eso que su corazón se detiene cuando entra por la puerta y ve a Wei Wuxian en medio de la preparación de su ropa de boda.