One Shots | Blue Lock |

Itoshi Rin

Su respiración estaba agitada, pero eso era lo que menos le importaba. Giró la cabeza en varias direcciones buscando al pelinegro y al verlo, corrió hacia él, el más alto se encontraba sentado en la mitad de la cancha con las piernas pegadas al pecho y la cabeza escondida entre medio. Aquellos cabellos azabaches poco a poco empezaban a quedar blancos por la nieve que caía.

- Rin- Pronunció casi en un susurro tratando de regular su respiración, el de largas pestañas la miró y la fémina sintió como su corazón se encogía al ver su expresión, se veía totalmente afligido.

Le tendió la mano con la intención de ayudarlo a pararse, pero no esperó que Rin tirara de ella para dejarla a horcajadas sobre él, soltó un chillido cuando el adolescente la abrazó por la cintura y ocultó su cabeza en el hueco de su cuello.

- ¿Rin? - Lo volvió a llamar, provocando que apretara el agarre en su cintura, ahí entendió lo que quería decir "por favor estemos así por un momento". Llevó su mano a los cabellos del adolescente empezando a acariciarlos, supo que esto calmó al contrario cuando, al suspirar, relajó los hombros.

Se mantuvieron de esa forma varios minutos, el frío se podía hacer notable cada vez más y la fémina, al salir apurada por la llamada del contrario, llevaba prendas delgadas. Rin notó como el cuerpo de su novia empezaba a temblar levemente por lo que, lentamente, se separó de ella. Observó el pálido rostro de (N) e inmediatamente hizo que ambos se levantaran del piso.

- Tonta, te vas a resfriar- Habló al tiempo que se sacaba la bufanda y la acomodaba sobre el cuello de (N)- Me la devuelves mañana. Vamos, te iré a dejar a tu casa.

- Oh no, ni te creas que te irás a tu casa a esta hora y con este frio- Negó (N) mientras tomaba la mano de Rin y empezaba a caminar en dirección a su casa.

(...)

Aquella noche la cama se sintió especialmente mullida una vez ambos adolescentes se adentraron en esta. Rin demoró un rato en conciliar el sueño, las palabras de su hermano se seguían repitiendo en su mente, (N) notó como el contrario volvía a tensarse.

- No te obligaré a que me digas lo que pasó, pero sabes que puedes contar conmigo para lo que sea- Pronunció sin voltear a verlo. Se encontraban acostados en forma de cucharita, siendo Rin la cuchara grande.

- Gracias- Respondió afirmando el agarre sobre la adolescente. Sin duda no quería hablar sobre lo ocurrido así que, el hecho de que su novia no insistiera lo tranquilizaba.

Al cabo de unos minutos (N) pudo sentir como el cuerpo del más alto se relajaba a su espalda, causando que ella también se relajara y pudiera conciliar el sueño.

(...)

A la mañana siguiente la fémina despertó y se extrañó al no sentir a Rin a su lado, se sentó en la cama y mientras se restregaba un ojo, miraba la habitación en busca del contrario. Frunció el ceño al notar que no había rastro del pelinegro, observó su celular en busca de algún mensaje por parte del contrario, pero no había nada.

De todas formas no le tomó mucha importancia, no sería la primera vez que su novio se fuera sin avisar.

(...)

(N) había decidido ir a casa de Rin. Hace días que no contestaba sus llamadas o mensajes y aquello la estaba preocupando.

Lo último que se hubiera imaginado era aquello, la habitación del azabache era un desastre total; todas sus fotos, medallas y trofeos estaban tirados en el piso junto con más cosas.