El Harem de Ash

¿Trofeos?

Ash había dormido como nunca, su cuerpo estaba libre de estrés y renovado, estiró su brazo para agarrar el reloj y ver la hora pero se encontró con una cabellera pelimiel frente a él.

Por unos segundos permaneció inmóvil, su prioridad era que Serena no despertará, los recuerdos del día anterior bombardearon su mente, su rostro se volvió rojo por la pena de sus acciones.

"¿Ya estás despierto?" Hablo Serena somnolienta, estirándose poco a poco.

"S...si" Respondió Ash nervioso, mirando al techo.

"Uy, ¿Qué pasó con el Ash de anoche?" Preguntó Serena con tono de burla acariciando el pecho del entrenador.

"Creo que estaba algo emocionado por el ambiente." Respondió rascando su sien, evitaba el contacto visual con la pelimiel.

"Supongo que ahora sí me regresaras mi ropa interior." Serena se subió sobre el azabache, notando que está tenía puesta una playera suya.

"¿Eh?"

"Dijiste que eran tus trofeos, que de ahora en adelante tu cuarto era una zona de caza donde toda chica que entre con ropa interior se la arrancarías." Respondió la pelimiel con un puchero.

El entrenador al oír eso, dejo suelta su imaginación, si había dicho eso entonces Serena estaba sin prendas íntimas. La curiosidad del joven ganó sobre la compostura, llevo su mano izquierda al muslo de Serena y lo recorrió lentamente hasta llegar a su trasero, donde comprobó que efectivamente no había nada de ropa.
Serena se sonrojo por las acciones del azabache y desvío la mirada, aún con la experiencia del día anterior no se acostumbraba al lado pervertido de Ash.

"Tortolitos, deben levantarse ya." Gritó Leaf desde la sala.

30 minutos antes

En la habitación de invitados Dawn había citado a May, Leaf y Yellow. No quería que la acción del azabache pasará desapercibida sin castigo alguno.

"La actitud de ayer no era la misma que recordaba de Ash, necesitamos saber que fue lo que provocó dicho cambio repentino."
May era la primera en hablar, todas le prestaban atención a excepción de Yellow que aún se encontraba con sueño y poco a poco cedía a este.

"Tengo una teoría, si Ash está solo puede tener más iniciativa." Mencionó Leaf recordando el beso que había tenido con el entrenador unos días antes.

"Pero si es en solitario, en grupo debe ser el mismo ¿No creen?" Ahora Dawn preguntaba mientras se acomodaba el cabello.

"El dijo algo de trofeos..." La peliazul se sonrojo al recordar cómo había sido despojada la noche anterior. "...que tal si mientras estemos en la casa, andamos en ropa interior, estoy seguro que se avergonzara tanto que no sabrá dónde mirar."

Todas se sonrojaron ante tal propuesta, creían que esto era algo ya exagerado pero ninguna se atrevió a protestar en contra.

Ahora

El azabache salía de la habitación con Serena detrás de él, se sorprendió al no encontrar nadie en el pasillo, se dirigió al baño a lavarse la cara para quitarse la lagaña y acomodar un poco su cabello. El sintió que no había tardado mucho, pero cuando abrió la puerta se encontró con Dawn en ropa interior.

"¡Demonios! A la próxima entraré antes que tú al baño." Dawn iba sonrojada, evito ver al azabache y entro rápido al baño para azotar la puerta detrás de ella.

Ash se frotó los ojos, se preguntó si lo que había visto era una alucinación o seguía dormido. Bajo lentamente a la sala, donde Leaf y Yellow discutían como todos los días, con la sutil diferencia que estás estaban en interiores, giro en busca de May quien se hallaba en la cocina, acomodando los platos y vasos pero en las mismas condiciones que el resto de las chicas.

"Ho...hola May." Preguntó tímido mirando a la mesa.

"¿Te sientes mal? Estas muy rojo." Comentó la castaña acercándose al entrenador. Ash bajo la mirada por reacción y noto que claramente la delantera de ella era mayor que la de Serena.

"Estoy bien, estoy bien, solo sorprendido de cómo están." Respondió Ash girando a ver a Yellow y Leaf que entraban al comedor acompañadas de Serena, todas en ropa interior.

"¿Es raro vernos en pijama? Pero si cuando viajábamos nos veías por la mañana con ropa similar." Respondió Dawn siendo la primera en tomar asiento.

"¡Pijamas!" Gritó confundido el chico, haciendo que todas lo mirarán de forma extraña.

"Acaso ¿No te gusta mi camiseta de pachirisu?" Preguntó Yellow abrazándolo de frente, su sonrojo y nervios no podían ser mayores pero por el bien de su broma no podía permitir que el azabache se percatara.

–Acaso ¿Esto es culpa de las hormonas?- Pensaba el azabache sentándose en su silla para desayunar.

Todas interactuaban de manera natural, constantemente hacían comentarios relacionados a prendas que no portaban para confundir aún más al azabache.

"¿Hoy irás a algún lado?" Preguntó Yellow levantando los platos.

"Si, creo que hoy llegarán unas chicas de Unova. Necesito ver dónde se pueden hospedar."

"¡Acá no entran más!" Interrumpió Dawn.

"Todavía entran más, puedo darles mi habitación y yo dormiría en la sala." Respondió Ash haciendo referencia a qué su casa era amplia y podía hospedar todavía a más personas que lo necesitaran. Ignoraba sus propias palabras el día de ayer.

Todas miraron confundidas y un trato deprimidas, el azabache no estaba conforme con ellas, quería a más chicas en su casa.

"Mientras acepten compartirte, yo estoy bien." Comentó Yellow abrazando la cabeza de Ash contra su pecho.

Ash se ahogo con su bocado, debido a la calida sensación y recordar lo que dijo un día antes. Se levantó rápidamente de la mesa y salio de la casa con rapidez.

"Necesito despejarme, iré por algo de dulces para calmar mi mente." Se decía para si mismo Ash mientras se alejaba de su casa.

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Capitulo corto porque un examen me cortó la inspiración y no regreso, prometo el siguiente será más entretenido