My first love ( + 18 ) Tn & Jungkook

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JUNGKOOK

—Jimin, por favor dime dónde está —le suplicaba pero no paraba su paso, ni tampoco me hacía caso.

Estábamos en las afueras de la universidad y andábamos deprisa porque ese es el paso que tenía.

—Nunca la veras, lo has jodido todo, ¿no podías simplemente pasar de ella? No, claro que no —estaba tan enfadado que me dolía. Era mi amigo y se sentía engañado y molesto por ser yo quién estuvo con ella.

—Tengo que verla, creerá que la he dejado sola en esto, ¿no lo entiendes? —me sentía tan desesperado. Si él me entendiera.

Jimin paró en seco y se acercó a mí cogiendo mi camiseta entre sus manos.

—Te lo dejé muy claro, mi hermana no se toca, mi hermana no se mira, pero tú no me hiciste caso —podía ver  lo que también estaba sufriendo—. Sé como te has comportado desde que te conozco y ella era una ingenua no como esas con las que te gusta estar —ese era el problema, mi vida pasada.

—Con ella es distinto, la quiero de verdad Jimin, te estoy diciendo la verdad —tenía que creerme.

—¿Quererla? No me hagas reír —me soltó dándome un empujón— tú no has querido nunca a nadie, solo las usas y luego las dejas tiradas.

—A ella no Jimin, por eso te estoy pidiendo que me dejes verla. Quiero hablar con tus padres después y...

—¡Déjala en paz! —me gritó—. Y no se te ocurra ir a mi casa, solo pondrás las cosas peor. ¿Quieres que la echen de casa? ¿Que no termine ni sus estudios? ¿Donde iría? Dime...sin la protección de mis padres, ¿donde se supone que trabajará? —me dió miedo—. ¿Tienes dinero para mantenerla?

Se me calló el mundo y me di cuenta que volvía a hacerle daño otra vez. Conmigo solo estaría con la soga al cuello.

Jimin se fue y yo pasé mi mano por mi cara con desesperación. No podía creer que todo hubiese acabado así de esta forma entre ella y yo...

TN

—Ven, vamos a comer —mi madre entró en mi habitación como hacía todos los días, y como todos los días yo seguía allí sentada mirando por la ventana sin hacer caso a nadie.

Traía una bandeja con un plato de carne asada y pan. Lo puso a mi lado en una mesita pequeña.

—¿Hoy tampoco vas a comer? ¿Quieres morir de hambre acaso? —sus reproches no me importaban nada.

¿Y morir? Pues tal vez así me dejaban en paz.

—¿Tú te ves?, mira lo que ha hecho de tí ese chico —no podía escuchar hablar así de Jungkook, pero seguía sin decir nada porque encararme con mi madre se me resistía—. Si sigues así te internare en algún lugar que te hagan comer —adelante, que lo hicieran, a mí me daba igual ya todo.

—Mocosa, ¿puedo entrar? —mi hermano estaba en la puerta por lo que pude escuchar. Pero no le iba a contestar, desde ese día que me trajeron a casa no quise ni mirarlo a la cara.