7

21 5 0
                                    


Miércoles, 19 de agosto

—¿Qué hace este aquí? —preguntó Noah

Forzó la vista para ver mejor la figura que avanzaba entre los árboles desnudos de hojas que había junto al cementerio. Los árboles llevaban muchos años muertos, pero nadie los había talado. Me parecía morbosamente apropiado para la situación. Las facciones de Noah, manchadas por las lágrimas, se endurecieron.

Cuando me voltee vi que se trataba del inspector Goode. Se mantenía lo suficientemente alejado del grupo para que quedara claro que no formaba parte del funeral. Iba vestido con traje negro y corbata, como si todo aquello fuera con él, pero estaba concentrado en nosotros y no en el agujero en el suelo en el que estaban a punto de depositar el féretro de Hannah. Me recorrió el cuerpo un escalofrío de asco. Tenía que aparecer precisamente hoy. ¿Cómo se atrevía a presentarse allí y hacer que el funeral de Hannah se centrase en la investigación y no en despedirnos de un ser tan querido?

Lo único que deseaba era que el sepelio transcurriera sin problemas y que no faltasen los discursos de las personas que la queríamos. La aparición de Goode nos obligaba a todos a pensar en lo que había pasado. Y gestionar lo que había pasado era ya muy duro de por sí.

—¿Es que no puede concedernos ni un día? —preguntó Millie, que estaba
detrás de mí.

El inspector, sin embargo, no había hecho acto de presencia en el funeral de Aidan, por lo que no entendía qué implicaba que acudiera solo al de Hannah

—Está intentando atrapar a un asesino, Megan. —La voz de Ryan me sobresaltó. Se colocó delante de nosotros y miró hacia Goode—. Tiene que tener controlados a sus sospechosos favoritos.

—¿Qué haces aquí? —le pregunté. Pensé que Ryan no conocía de nada a Hannah y, por lo tanto, nunca habría esperado verlo en su funeral.

—He venido a presentar mis respetos en representación de mi hermano — respondió—. He decidido quedarme un tiempo con mi madre. Está fatal. — Parpadeé, sorprendida. Después de todo lo que había dicho sobre su madre en el funeral de Aidn, me había imaginado que se marcharía en cuanto pudiera—. Intento ayudarla, pero soy consciente de que no me apaño muy bien con mujeres tan sensibles como ella.

—Lo siento, Ryan —dije.

Se encogió de hombros.

—No pasa nada.

—Cuando acabe esto vamos a ir a la pista de baloncesto. ¿Te apetece venir?

Por las miradas asesinas que me estaba lanzando Finn comprendí que no quería que Ryan viniese, pero, en aquellas circunstancias, lo que pensara Finn me daba igual.

Blake frunció el ceño.

—Tenía entendido que el velatorio era en el club social.

Asentí.

—Así es, pero hemos decidido hacer otra cosa. Íbamos mucho por la pista. —Enarqué una ceja—. Y solíamos beber allí. Nos ha parecido más... apropiado.

Ryaan se mordió el labio inferior y ladeó la cabeza. Finalmente respondió:

—De acuerdo. Gracias.

El corazón me dio un brinco al ver que aceptaba. Que me gustara Ryan era peligroso: me gustaba y, por lo tanto, podía hacerme daño. Parecía que estuviera buscando sufrir mal de amores, pero no podía evitar que me hiciese sentir comonme sentía. Una sonrisa de Ryan y ya me tenía en el bote.

Ryan vivía en otra ciudad y por eso no conocía a nadie, excepto a su madre, que no estaba en condiciones de ser un apoyo para él en estos momentos. Sus padres estaban de duelo. Y por muy misterioso y solitario que pudiera ser Ryan, necesitaba a alguien que estuviera por él. Yo tenía a mis amigos, que sabían de mi inocencia, pero Ryan ni siquiera tenía eso. No pude evitar desear ser esa persona, por mucho que supiera lo poco recomendable que era lanzarme con un desconocido hacia el que me sentía tremendamente atraída.

Échame la Culpa [R.G]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن