Capítulo XIX: El bosque neblinoso

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25 de diciembre

El crepitar de las llamas parece lo más interesante que he visto, mi mirada se pierde en las pequeñas chispas que se desprenden volando de las llamas, mi mente es un caos, todo parece repetirse en mi subconsciente obligándome a pensar lo mismo una y otra vez. No puedo sacar de mi cabeza la visita de Lourdes, no puedo dejar de cuestionarme acerca de su actitud, de su real intención con nosotros. Mi mirada se dirige al cofre de mi madre. Después de cuestionarme mucho, había decidido preguntar a Nauzet si tenía algún conocimiento de la caja, me había dicho que pertenecía seguramente a la realeza de otoño, por el símbolo sagrado de la hoja en el centro, pero no me brindo mayor información. Mi mirada esta fija en la caja ¿Cuál será el truco para abrirla? No tengo idea, pero estoy segura que necesita una llave especial, seguramente algo mágico porque no hay lugar alguno donde pueda usar una llave. Además, que no tengo idea de cómo ella pudiese tener este cofre de mi madre ¿Cuándo fue la última vez que se vieron? Y si Lourdes es tan mala como todos dicen ¿Por qué no me mato cuando tuvo la oportunidad? No tiene sentido, nada tiene sentido en realidad. Mientras más lo pienso, la oportunidad de regresar a Londres parece más lejana, George parece realmente encantado estando aquí ¿Cómo sería capaz de arrancarlo nuevamente de un lugar donde él es feliz? Pero permanecer aquí es peligroso, en especial porque ese hombre nos busca y por la forma en como elimino a la dulce comunidad del señor Colin, seguramente no es para nada bueno. Otro suspiro sale de mis labios, alejo mi mirada del cofre para ver alrededor, el capitán y Nauzet parecen tener una charla tendida y seria, algunas mujeres cocinan en una fogata más grande, George había ido a pescar con algunos chicos más jóvenes de la manada de Nauzet y Scarlett se había desmayado poco después de la pelea. Me dirijo hacia la tienda de campaña donde se encuentra Scarlett, me siento a un lado de su lecho de sabanas gruesas y le miro, su respiración es tranquila, sus ojos se mantienen cerrados. Se mira tan inofensiva, por un momento me recuerda a George, parecen tener un semblante parecido cuando duermen, pero... eso no es posible ¿O sí? George y ella no comparten ningún tipo de parentesco. Niego con la cabeza.

-¿Ha estado cuidando mis sueños? Me siento halagada ¡La princesa de las estaciones cuidando de mí! Esto no pasa todos los días. -escucho la voz molesta y sarcástica de Scarlett. Yo suelto un bufido.

-Eres más agradable cuando duermes ¿Sabes? -le digo rodando mis ojos, ella sonríe de lado.

-Pero si has huido de los brazos de tu novio para salvarme, debo de agradarte. -dice ella con malicia, mis mejillas se sonrojan ante su comentario.

-¡Él no es mi novio! -exclamo con indignación. Ella suelta una risa divertida y se incorpora en la cama quedando sentada frente a mí. Su mirada se suaviza.

-Gracias Eliana. -dice con una sonrisa amable.

-¿Por qué? -cuestiono, ella sonríe nuevamente.

-Por salvarme... si no hubieses regresado, estaría muerta en estos momentos. -dice ella, yo asiento.

-¿Puedo preguntarte algo? -le digo, ella me mira con curiosidad y una emoción extraña que no puedo identificar del todo.

-Por supuesto, si está en mis manos, contestare, si no, bueno tendrás que disculparme. -dice ella, yo asiento.

-¿Ese hombre está bajo el mando de Lourdes? -cuestiono, ella niega con la cabeza y su semblante está lleno de indignación.

-No, su nombre es Emmuneth Dundalk, hace mucho tiempo, fue un líder del ejército de verano, pero fue corrompido por su propia oscuridad, ahora solo es un catalizador oscuro. -dice ella con molestia, yo le miro con curiosidad, ella suspira.

-¿Qué es un catalizador oscuro? -pregunto.

-Un catalizador oscuro es una persona que se ha corrompido por su propia oscuridad, lo que lo hace acatar las órdenes del ser con oscuridad más poderoso, es un esclavo de sus propios demonios. -dice ella con pena.

La Princesa del Reino PerdidoWhere stories live. Discover now