Amante del Capitán América

Capítulo 52

Steve freno la motocicleta y salió corriendo hacia la agencia. Bruce había aparecido.

Corrió por los largos pasillos hasta llegar a la sala de juntas. Clint, Natasha, Bucky, Sam, Fury, Coulson y Bruce estaban ahí.

—Doctor Banner. —El hombre parecía agotado, estaba sucio y su ropa desgarrada era cubierta por una larga manta.

—Capitán Rogers. —El hombre sonrio tímido.

Bucky, a su lado, estaba debatiendose entre abrazar al científico o permanecer en su lugar.

—El doctor Banner se encargo de proporcionarnos las pruebas suficientes para estar seguros de que Hydra no es un mito. —Fury miró al rubio—. Y que Tiberius Stone está involucrado en todo esto.

—¿Qué? —Steve miró esta vez al científico.

—Ellos pensaron que en el tiempo cautivo estaba sedado. —Bruce miró a todos a su alrededor—. Fingi dejando que se confiaran; con ello pude averiguar lo que planeaban y quienes eran. Tomé documentos que inculpan a Stone de hacer negocios con terroristas, grabaciones de Hydra, las pruebas que hicieron en mí con la droga que fabricaron y escuche cuál era mi propósito dentro de esa agencia.

Rogers abrió la silla y se dejó caer. Era mucho que asimilar. Respiro profundo tratando de calmar sus pensamientos.

—¿Llamaron a Tony? —Preguntó el soldado.

—Aún no. —Natasha, miró al cientifico—. Queremos que tú le des la noticia.

—¿De qué hablan? —Steve la miró exaltado.

—Cap, todos aquí sabemos que el chico cree ciegamente en la inocencia de ese tipo. —Sam se cruzó de brazos—. Sabrás como decírselo. Él confía en ti.

Bruce bajo la mirada. No quería que Tony saliera lastimado en todo esto.

🔹🔹🔹

Tony había recibido un mensaje de Steve. Ambos se encontrarían fuera de la mansión Stark.

Sabía que no eran buenas noticias.

—¿Tony? —Su madre lo vio preocupada.

Anthony le sonrio lo mejor que pudo.

—Steve quiere que nos encontremos. —El castaño beso su frente—. Todo está bien.

María no tuvo otra opción más que asentir.

Tony, aún con el corazón en la garganta, salio para encontrarse a Steve a unos cuantos metros de la salida de su casa. Este estaba recargado en la moto con la mirada perdida en el suelo.

—¿Steve? —El castaño se paro enfrente del rubio.

El soldado alzó la mirada, y en cuanto lo vio, le sonrio.

—Amor. —El Capitán no perdió tiempo y abrazo al castaño. Olfateo su cabello y pensó en lo siguiente que diría. No sería fácil, pero Anthony merecía saber la verdad—. Te extrañe.

Stark rio. Steve sabía cómo hacerlo sentir feliz en cuestión de segundos.

—Cursi. —Dijo el castaño aferrándose al rubio.

Rogers se separó del castaño para acariciar su mejilla y sus cabellos. Lo miró fijamente, meditando sobre sus palabras.

—Tony... —El soldado no aparto su vista del joven—, el doctor Banner apareció.

—¿Qué? —El genio lo miró con sorpresa— ¿Está bien?, ¿cómo fue que lo encontraron?, ¿por qué no me lo dijeron antes?

Steve trato de sonreírle a su pareja, pero su gesto fue uno de preocupación.

—Steve, ¿Bruce esta bien?

—Lo está. —Contestó rápidamente el rubio antes de que Anthony se montará toda una película en su cabeza—. Tal parece que logró escapar de donde lo tenían preso. Incluso...

—¿Incluso, qué?

El soldado desvío la mirada.

—Incluso trajo pruebas de que Hydra es real... —Antes de que Tony dijera algo, Steve continuó—, y pruebas de que Tiberius Stone tiene tratos con ellos.

El castaño quedó paralizado.