Capítulo 45

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La fiesta estaba en su mejor momento; la música estaba en todo su explendor maravillando los oídos de los invitados, la comida estaba deliciosa y la compañía era perfecta, pero algo no estaba bien.

Steve no estaba en ningún lado.

—Sharon, cariño, ¿sucede algo? —María, quien tomaba una copa de Whisky, la miró con una sonrisa perversa.

—No encuentro a Steve en ningún lado.

—Oh, sobre eso... —La mujer se encogió de hombros—, no creo que lo veas por el resto de la noche.

Sharon entendió inmediatamente porque la repentina amabilidad de María. Desesperada, comenzó a buscar al causante de todos sus problemas.

Tony tampoco estaba en la fiesta.

—Me las pagaran. —Murmuró llena de coraje.

La esposa de Howard sonrio inocentemente.

—Suerte, cariño.

La joven mujer corrió fuera de la casa. María sacó su celular y marcó al primer número de su lista.

Al primer timbre, respondieron.

—No la dejes entrar. —Dijo mirando por donde Sharon se había ido—. Si es necesario llama a la policía y diles que quería robar en mi casa. Yo me encargaré después.

Y colgó.

🔹🔹🔹

Tony cayó a la cama con el soldado encima de él. Ambos sin ropa, comenzaron a restregarme con el otro. Se deseaban después de tanto tiempo sin estar juntos.

—Steve... —El castaño fue besado con fiereza.

Rogers era un hombre apasionado.

El soldado lo tomó de los muslos, y sin esfuerzo alguno, maniobro para sentarse con Tony encima de sus piernas.

Bajo sus besos por el cuello, por los hombros y finalmente a los pezones masculinos. Tony jadeo.

—Hace cosquillas... —Anthony agarro los cabellos rubios del Capitán y sonrio.

Le encantaba ser la tentación del soldado.

—Dios, Tony... —Steve beso de nuevo sus labios, hambriento—, te amo.

Anthony devolvio el beso sin dejar de restregar su pene con el contrario.

Los dos estaban erectos.

—Hazme el amor, Steve... —El pequeño genio le sonrio con maldad—, demuestra cuanto me extrañaste.

El soldado lo tomó como un reto.

🔹🔹🔹

—Maldito. —Sharon, con los tacones en mano, caminaba dezcalsa hasta la mansión Stark.

Maldecia en susurro y en su mente mataba al soldado de impecable sonrisa.

—Ambos me van a conocer. —Sharon sentía como la rabia subía de su estómago hasta su garganta.

Miles de escenarios se presentaban en su cabeza, una peor que la otra.

Esos dos idiotas se estaban burlando de ella.

🔹🔹🔹

Anthony se aferro a la gran espalda del hombre encima suyo.

Jadeo al sentir la primera embestida.

—¡Ah! ¡Steve! —Tony gimió al sentir como si hombro era mordido con fuerza.

Amante del Capitán América Where stories live. Discover now