Capítulo 28

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"—Estás loco. —James retrocedió al ver la distancia del quinjet al suelo.

Él no saltaría. Quería vivir, quería casarse con Bruce y de ser posible morir cuando fuera viejo. Aunque, su trabajo no ayudara a su meta final.

—Bien, los veré abajo. —Steve se puso el casco y el escudo en la espalda. Se sentía realmente cómodo con el uniforme. Era realmente genial.

Se lo agradecería a Tony en cuanto regresará.

—¿Nat?

—Lista. —La pelirroja piloteaba la nave.

—Sam, ¿dónde estas? —Preguntó el capitán por el intercomunicador.

—A tu izquierda. —A un lado del quinjet, se reflejo la sombra de unas grandes alas.

Steve sonrió. Nat abrió la compuerta dejando que Rogers se azomara.

—Recuerden sus puestos.

—Sí, capitán. —Fue lo último que escucho Steve antes de saltar sin paracaídas."

🔹🔹🔹

—¿Qué hiciste que? —Anthony escuchaba todo lo que Steve relataba— ¿Quién carajos salta sin paracaída?

Rogers reía ante la cara de indignación del joven.

—Eso no es lo importante. —Steve se acercó al chico y lo abrazo por la cintura—. Lo importante es que todo salio bien. Nat, Bucky, Sam y yo regresamos con bien.

—Idiota, quien me preocupa eres tú. —Anthony lo abrazo por el cuello— ¿Por qué una misión tan repentina?

El rostro de Steve se mostró serio.

—Hubo indicios de un ataque terrorista, cerca de Viastone. —Tony lo miró preocupado.

—Espera, ¿Viastone? —El castaño no creía lo que oía—. Pero Ty no me dijo nada.

Steve tenso la mandíbula. Nada cuadraba.

—La cuestión es que no fue una ataque terrorista. —Continuó el rubio—. Pensamos que fue Hydra.

Tony lo miró como si este tuviera una anomalía.

—Hydra es un mito. —Aclaró el castaño.

—Es lo que todos pensamos. —Steve recordó haber visto un logo muy extraño en la ropa de todos esos hombres—. Son sólo sospechas, en realidad nada está confirmado.

Anthony asintió. Pensó por un momento el por qué Tiberius no le había dicho nada; entonces recordó la incistencia de estar juntos. Su amigo era muy reservado, tal vez había buscado consuelo sin decirlo realmente.

Ahora se sentía pésimo por evitarlo.

—Tony... —La voz de Steve lo trajo de vuelta al mundo real—, ¿me extrañaste?

Si había algo que derretia el corazón de Tony, era la manera en que Steve preguntaba cosas tan obvias. Era como un gran cachorro inseguro.

—Puede que si. —Tony acarició el moretón que tenía en la cara—. No me gusta como se ve, ¿y tu ceja?, ¿te duele?

Steve sonrió brillante. Se sentía tan bien ser el centro de atención de alguien.

—Puede que con un beso se me pase el dolor. —Dijo el soldado avergonzado.

Tony rio.

—Que listo me salió capitán.

Steve y Tony sonrieron cómplices.

🔹🔹🔹

Sharon buscaba por los pasillos alguna pista de Steve. Sus lágrimas ya secas no le sirvieron de mucho; en cuanto llegó, fingió buscar desesperadamente a su esposo. Grande fue su sorpresa cuando Romanoff, Barnes y Wilson la recibieron con cara de pocos amigos.

Coulson trató de consolarla, ella lo rechazo. Su imagen de esposa preocupada se estaba llendo al traste al no encontrar a Steve.

Estaba molesta. ¿Por qué carajos tenía que desaparecer de la nada?

Siempre fue indispensable para Steve verla primero. El muy iluso creía que ella moría de preocupación.

La rubia mujer seco sus ojos tratando de que él rimel no se escurriera. Suspiro irritada; hizo todo un show para nada.

Varios agentes pasaban a su lado mirándola con pena. Todos ellos creían que la mujer estaba muerta de la preocupación y que aparentaba una fortaleza que para ellos no era verdadera.

Sharon decidió salir de la vista de los agentes. No quería que su teatro se le cayera por el mal humor que ahora cargaba.

—¿Dónde carajos estoy?

La rubia siguió caminando sin una dirección en mente. Estaba perdida.

—¿Sigue doliendo? —Escuchó no muy lejos de donde estaba.

Un par de risas le siguieron.

—No, creo que me siento mejor. —Esa era la voz de Steve.

Sharon siguió la voz de su esposo mientras trataba de identificar la de su acompañante.

Dejó de escuchar las voces, así que trató de ubicarse hasta que encontró una gran puerta. Está se abrió en automático.

Su cuerpo quedó paralizado al ver como el mocoso Stark era besado por Steve.

Amante del Capitán América Where stories live. Discover now