Una reunión conmovedora (parte 2)

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Les tomó tres horas preparar todo lo necesario para empacar como un presente aceptable para la familia de JongIn. Desde carnes bien salteadas y sazonadas hasta tofus deliciosos y de aspecto increíble, la familia Do hizo un completo banquete en un tiempo increíblemente corto.

JongSoo, SooBin y JongIn se mostraron verdaderamente impresionados al ver las grandes cestas rebosantes de comida, las bebidas alcohólicas que habían traído como contrabando y el indescriptible buen olor de todo. Pavoneándose, su madre se encaminó hacia ellos con una sonrisa autosuficiente y dejó dos palmaditas animadas sobre el pecho de JongIn.

—Supongo que nunca ha visto una familia compuesta por cocineros tan buenos y competentes. Esto es solo una pequeña muestra de lo que los Do podemos hacer.

Su padre también pasó junto al inmortal y le guiñó un ojo en el camino, tan o más pomposo que su propia madre.

—Siempre es beneficioso tener a un Do en la familia. Es un simple consejo.

KyungSoo intervino antes de que las cosas fueran más lejos, sonriendo forzadamente mientras apartaba a su padre y se detenía delante de JongIn.

—No los escuches, JongIn. Exageran cuando se trata del orgullo familiar —JongIn, con una sonrisa gentil, miró a los mayores, que eran rodeados por unos impresionados JongSoo y SooBin. La imagen era graciosa, como ver a dos pollitos tras su madre autosuficiente—.

—Eso no está mal, además, no se han equivocado. Es realmente beneficioso, agradable y necesario tener a un Do en una familia si se quiere vivir una vida plena y alegre.

Ignorando el rubor en sus mejillas y el calor en su alma, KyungSoo rió torpemente y sus orejas cayeron a cada lado de su rostro como muestra notoria de su vergüenza.

—Ah... Bueno, no dejes que lo escuchen o tratarán de casarte conmigo. Le agradas lo suficiente a ambos como para permitirlo.

—Hmm. A mí también me agradan lo suficiente. ¿Nos vamos ahora?

JongIn se acercó a los mayores, dejando atrás a un estupefacto KyungSoo, sonrojado y con el corazón acelerado, y cargó sobre sus hombros gran parte del equipaje con las cosas personales de sus padres y del propio KyungSoo. Él lo miró de reojo al notar que no se había acercado aún y le sonrió dulcemente, un gesto lo suficientemente efectivo como para sacarlo de su ensimismamiento y motivarlo a moverse hacia el resto.

Una vez se encontraron todos agrupados, sosteniendo alguna parte de JongIn para asegurar la teletransportación grupal, su padre se apiñó a su lado con un brillo pícaro en sus ojos y lo codeó burlonamente.

—Entonces le agradamos lo suficientemente como para vernos como sus suegros, eh.

KyungSoo no respondió y JongIn los teletransportó.

Aparecieron nuevamente en un lugar completamente nuevo y hermosamente diferente. El Bosque del Sur era conocido por poseer abundantes plantas y animales salvajes, feroces y mortales, por lo que la vegetación tendía a ser bastante indomable y peculiar. La casa de JongIn, en el corazón del bosque, era posiblemente el sitio más hermoso de la zona, con sus bellos magnolios bien cuidados y los cerezos elegantes en los alrededores. KyungSoo nunca había tenido ningún tipo de quejas sobre ese lugar especial, sin embargo, viendo esto, era notoria la diferencia entre ambas localidades.

La vivienda Ahn-Jung era sumamente delicada y hermosa en cada uno de sus rincones y esquinas. Estaba llena de magia blanca que fluía como un río tranquilo y sabio y que permitía la supervivencia a los árboles primaverales y veraniegos que normalmente morían en otoño, por lo que todo estaba salpicado en color suave y refinado que contrastaba muy bien con los naranjas y dorados vibrantes típicos de la estación.

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