Rayos de sol

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—¡¿Qué?! ¡¿Qué clase de final es ese, madre?! ¡¿Cómo es que murió el protagonista?! ¡Si es el protagonista! ¡Los protagonistas no mueren, se llevan la gloria y son honrados por sus buenas obras!

La madre del pequeño, una mujer de dulces rasgos y mirada encantadora, sonrió y lo acomodó nuevamente sobre la cama, pues, en medio del jaleo, el menor se había levantado de nuevo y había hecho un lío de mantas. Con paciencia volvió a cubrirlo con las sábanas y colocó una de sus manos sobre su pecho para traer la calma nuevamente.

—Eso no es necesariamente cierto. En los cuentos e historias probablemente el protagonista vivirá para ser testigo de los resultados de sus buenas obras, pero esos son privilegios que muchos héroes de la vida real no pudieron tener. Y este fue el caso.

—¡Qué injusto! ¡Él ni siquiera tuvo tiempo para volver con su alma gemela o ver como el enemigo fue derrotado! Es demasiado triste.

Una luz de pesar circuló tenuemente a través de los ojos oscuros de la mujer, su sonrisa también se volvió un poco triste en los bordes, sin embargo, con su pequeño tan atento a su rostro, no podía mostrar tal debilidad. Volvió a sonreír suavemente y alzó su mano para acariciarle la frente, apartando en el camino el flequillo que crecía sin parar y comenzaba a cubrir sus ojos llenos de vida.

—Lo sé, cariño, es una gran lástima.

El pequeño formó un puchero y sus cejas se fruncieron lindamente. Su madre colocó el índice en medio de ellas y su expresión se aflojó inmediatamente para volver a cargar con otra pregunta.

—Madre, ¿qué fue lo que ocurrió luego? ¿Qué pasó realmente con el malvado emperador?

Pensativa, la mujer reunió sus recuerdos en orden durante un momento, y cuando obtuvo la respuesta indicada, contestó.

—Por supuesto, el ejército celestial y el ejército espiritual unieron fuerzas y derrotaron a los malvados. El emperador no tuvo ninguna oportunidad para escapar y fue arrestado por los oficiales celestiales y llevado al mundo celestial para ser juzgado. Se le culpó del asesinato del antiguo emperador, asesinato colectivo de las razas indefensas, extracción de poder para beneficio propio, encarcelamiento y castigos injustos, engaño colectivo, abuso sexual y de poder, tráfico de menores de edad, comportamiento inmoral y deshonesto y cómplice de violación. Finalmente, fue sellado por toda la eternidad bajo la montaña del Dios de la Justicia, donde pagaría eternamente por sus crímenes. Los sobrevivientes de sus filas fueron puestos en la cárcel del mundo celestial, donde ninguno podrá escapar jamás.

»Durante ese tiempo, el mundo espiritual se vio envuelto en caos y desorden. Sin un líder, nadie sabía qué hacer ni cómo actuar, así que uno de los príncipes herederos del imperio celestial tomó las riendas de nuestro mundo y gobernó durante muchos años, mientras todo se restauraba y las cosas volvían a la normalidad. Cuando esto ocurrió, abandonó el trono, y bajo la opinión popular, se fijó a su hijo, el joven maestro Zhang YiXing, como el nuevo emperador. Fue una gran decisión, pues no ha hecho más que un excelente trabajo al unificar todas las razas y abolir las distinciones y privilegios sobre las antiguas grandes familias. Además, su unión matrimonial con el joven maestro Kim JunMyeon y descenso definitivo no fue nada más que provechoso y bien recibido.

—Así que es gracias al emperador Zhang que ahora podemos salir libremente y mezclarnos entre los demás sin miedo a ser cazados... ¡Él es realmente genial!

Su madre rió con diversión y asintió mientras le daba una palmadita en la cabeza.

—Él provenía de una rama familiar cuyo don era la vida y la paz, además, se crió bajo el mandato de el Gran Emperador Celestial, por ende, la justicia corre por sus venas. Los zorros de nueve colas tenemos mucho que agradecerle.

Destinos CruzadosWhere stories live. Discover now