𝐌𝐎𝐎𝐍 [D.H]

𝐓𝐄𝐍: 𝑹𝑬𝑨𝑳 𝑭𝑨𝑪𝑬

—¹Er hatte Recht, er wusste, dass mit dieser verdammten Hündin etwas nicht stimmte.

—Lexie, a pesar de todo el tiempo que llevamos siendo amigos, aún no entendemos alemán, así que si pudieras hablar en un idioma que si entendamos te lo agradecería mucho.

—¡Yo sabía que había algo mal con esa hija de perra! Desde lo que pasó con Harris se portaba muy extraña.

—Bien, sabemos que Jennifer es la asesina, ahora la pregunta es ¿Dónde podría estar?, ¿Y a dónde llevó a mi padre?

—Se perfectamente a dónde se fue a esconder esa perra. Le avisaré a mi hermana en el camino.

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Mientras los tres adolescentes iban hacia donde Lexie creía que se encontraban Jennifer, en el hospital de Beacon estaban evacuando a todos los pacientes para trasladarlos a un lugar más seguro, Olivia se hacía cargo de revisar a Cora mientras Peter se preocupaba solo por gritar.

—Gracias por quedarte con Cora, aunque el hospital se esté saliendo de control.

—Es mi trabajo Peter, además lo hago por el aprecio que le tenía a tu familia —murmuro la rubia mientras se aseguraba de que la menor de los Hale estuviera bien.

Ambos se quedaron el silencio hasta que escucharon como abrían las puertas de la sala dejando ver a Melissa McCall, quien al ver a ambos lobos dentro de la habitación se sintió incómoda, mientras Peter pasaba su mirada entre la morena y la rubia.

—Se supone que estabas muerto...

—Si, me lo dicen a menudo.

—Yo... Iré a llamar a Nisha, otra vez —susurro antes de salir de la habitación pasando una mano por su cabello corto antes la escena tan incómoda en la que estaba.

Saco su teléfono y marco el número de su prima para ver dónde diablos se había metido, se supone que debería estar en los pasillos del hospital ayudando a la gente, pero realmente estaba en su casa, después de recibir el mensaje de su hermana sobre quién era el Darach, salió a buscar una forma de poder detenerla.

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Jennifer Blake se adentro en el departamento de Anthony gritando su nombre, para verificar que esté se encontrara ahí. El nombrado salío poniéndose a unos cuantos metros de la mujer, quien inmediatamente se lanzo a sus brazos.

—Gracias a Dios estás aquí, paso algo horrible en la escuela, durante el recital.

—Si lo ví y me alegra que estés bien.