IX. Estrategia 🍏

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Espeluznante, poco astuto
Lugares extranjeros
Territorios terroríficos
No puedo soportarlo
Es un gran atlas, me siento tonto
Cuando ya has conseguido lo que quieres
Quizá yo debería comenzar otra vez
No hay nada más que desear
No sabes lo que quieres
Sí, lo estoy pensando nuevamente
Sólo dime qué quieres.

It's a Trip, Joywave

🍏✧

Cada minuto que pasaba era una eternidad. SeulGi estaba sentada frente a Kim JunMyeon en el restaurante más bonito del centro de Golden Apple. Se había puesto unos tacones altos y blancos de YuRi que le quedaban un talle grande, un vestido amarillo y un listón del mismo color en el cabello. Era un atuendo sencillo y bonito, pero JunMyeon no tardó en hacerle sentir incómoda. Al verla, le dijo con un beso en el cuello: «preciosa, pareces un pastelito de limón, y muero por probarte».

A partir de ahí, la cena sólo había ido empeorando, SeulGi quería huir. Desde que pidieron la comida, JunMyeon no paró de hacer comentarios hirientes y horrendos como: «¿Te vas a comer todo eso tu sola? ¿Qué tus padres no te alimentan bien?», entre risas. Hasta: «la realidad es que tenía muchas ganas de salir, últimamente las chicas de este pueblo se están volviendo tan exigentes que me aburren».

Las pocas palabras que SeulGi decía, eran para saber un poco más sobre él. Y claro que obtenía lo que buscaba, sólo que no podía creer que eso fuese todo lo que había. Es decir, JunMyeon era hermoso, parecía un ángel esculpido en mármol, ¿cómo podía ser que sólo saliera basura de su boca? ¿Acaso tenía manzanas podridas en lugar de cerebro?

—¿Qué se les ofrece de postre? —dijo el camarero al retirar sus platos.

—Yo pediré un helado de fresa —sonrió SeulGi.

—¿Estás segura? —alzó una ceja JunMyeon con cierta insinuación.

—Sí, ¿por qué?

—¿Y usted? —le miró el camarero.

—Nada, así estoy bien, gracias —asintió. El camarero se retiró y JunMyeon sonrió travieso. SeulGi aún no comprendía porqué tanta dulzura repentina en su rostro—. Me preocupa tu estómago, es decir, no quiero que estés muy llena para cuando pasemos a la acción. No vaya a ser que te descompongas...

—¿Qué? —frunció el ceño confundida y procesó rápidamente el comentario—. ¿A qué rayos te refieres?

—Vamos pastelito, no finjas que no sabes de lo que hablo —acercó su rostro.

SeulGi pronto sintió una mano subiendo por su rodilla, y sin soportarlo más, se levantó bruscamente y le vertió la copa de jugo en el rostro. Su hermano tenía razón, JunMyeon era un completo idiota, una mosca muerta y asquerosa que no merecía nada de nadie. Ni siquiera entendía porqué se había quedado toda la comida con él, o el porqué acababa de pedir el helado. La rabia y el miedo se habían fusionado, y con ese roce, había alcanzado el límite.

—¿Qué crees que haces? —dijo JunMyeon entre dientes y mirando de reojo a su alrededor.

—¡Eres un cerdo!

SeulGi salió furiosa del restaurante. A los pocos minutos, JunMyeon corrió tras ella gritando su nombre. SeulGi temió y apuró su paso, no le había gustado nada el rostro descompuesto de éste ante su actuar. Seguro le reclamaría también que no había pagado su parte. SeulGi se apuró hasta la plaza central, allí había más gente paseando y dando vueltas. Se sentó, abrumada en lágrimas, y en un instante la sombra de JunMyeon se reflejó en el suelo gracias a un poste de luz.

El Club de las Manzanas Podridas 🍏 (SooKai/SeBaek/Exo)Место, где живут истории. Откройте их для себя