Advertencia: Lemon, es algo masoquista jeje, así que si a alguien le incómoda eso es mejor que no lo lea, aunque desde mi punto de vista no es la gran cosa, pero igual aviso por si acaso. <3
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A Sanzu no le gusta la forma en que tú y los hermanos Haitani están conversando, y seguro que no le gusta la risa grande y alegre que Koko saca de ti, o bueno, para ser más específico, lo que no le gusta es la cantidad de atención que te están dando, y, por supuesto, solo te lo estás gozando, estás disfrutando de esa atención.
Todos los ejecutivos de Bonten junto con usted están sentados en una mesa redonda, te han contado historias de su pasado, los alegras de todos modos, todos han estado hablando durante aproximadamente 3 horas y durante todo ese tiempo, Sanzu, que estaba sentado frente a ustedes, no ha dicho una sola palabra. De hecho, te ha estado mirando todo este tiempo.
Estabas bien con eso al principio, es tu amante, no hay problema con que te mire, pero con la forma en que te está mirando ahora, sabes que no hay intenciones puras para eso. Y solo puedes preguntarte, ¿qué está pasando dentro de su cabeza?
No tuvo que esperar mucho para obtener la respuesta, aunque realmente no era lo que esperaba.
-______. -Él dice, interrumpiste tu conversación con Ran y pusiste toda tu atención en Sanzu mientras tarareabas en reconocimiento.-
-¿Quieres que te follen?
Tus ojos se abrieron y no pudo evitar ahogarse con el aire, la acusación te había pillado desprevenido, sacudiste la cabeza rápidamente.
-¿Qué? No, claro que no.
Sanzu tarareó, su tono no era divertido. Podías sentir que tus mejillas se calentaban de vergüenza y no tenías el corazón para mirar a ninguno de los chicos que podías sentir mirándote.
-¿De Verdad? Porque creo que te diviertes con lo mucho que te prestan atención.
-¿Qué? Sanzu, solo estamos-
Pero no te deja terminar tu frase, en lugar de eso, saca las llaves del coche del bolsillo y se las arroja, cuando los atrapas, dice:
-Mete tu trasero en el auto, estaré ahí.
Sabes que una vez que está en este espacio mental, no hay nada que puedas hacer o decir para cambiar de opinión, o tal vez podrías, quién sabe, ya que nunca lo has intentado, en realidad, tampoco te importa intentarlo, sabes lo que viene.
El viaje en auto a casa había sido inquietantemente silencioso. ahora que has llegado, Sanzu esperó hasta que ambos estuvieran dentro para realmente atraparte.
-Ve a la habitación ahora, y quiero que te quites toda la ropa.
Los castigos de Sanzu siempre te ponían nerviosa de antemano, nunca sabías lo que iba a salir de su cabeza, con él nunca nada era una rutina, Sanzu era más o menos un comodín, todo en él lo era.
