—Buenas tardes. —Hablé tratando de armar una mueca parecida a una sonrisa en mi rostro.

Ambos me miraron, aunque solo uno de ellos me devolvió el saludo, mientras que el otro solo habló para dirigirse a su hermano al son de la oración "llévame una cerveza, estaré en el taller". Ok, justo ahora un baldazo de agua helada me cayó fuertemente en la cabeza, figurativamente claro, pero nunca me había sentido tan estúpida. Siempre que pensaba que todo estaba bien entre los dos pasaba algo como esto. Sin embargo, en cuanto Lester se fue a la cocina, corrí tras Bo hasta que lo alcancé, estaba por ir a su camioneta pero lo detuve, no volvería a dejarme con las palabras en la boca, ya no más.

—¿Podrías decirme cual es tu maldito problema conmigo? Te saludé como una idiota y solo me dejaste ahí...

—No te di permiso de salir, métete de nuevo a la casa.

—No. N-no voy a entrar, quiero que me respondas, no es tan difícil.

—Tengo que trabajar, no me jodas Candice. —Largó de mala manera y cuando se dispuso a subir al vehículo tiré de su traje con la poca fuerza que tenía y lo hice retroceder, quedo unos segundos de espaldas a mi, hasta que decidió mirarme.

—¿Te hice algo? ¿Pasó algo por lo que estés enojado conmigo? Por favor, solo dime.

—No hiciste nada, ya basta, entra de una vez. —Volvió a girarse, esta vez para encender un cigarro y tirarme este estúpido humo en la cara.

—¿Entonces por qué me estás evitando? —Estaba harta de sentirme tan frágil, Bo todavía no había comenzado a hablar y podía sentir mi garganta y ojos picar.

—Por favor... —Susurró y luego se echó a reír con un tono burlón. —¿Por qué crees que te evitaría? ¿O que me hiciste algo? ¿No te das cuenta de que me vale mierda lo que hagas? Lo que hagas no modifica nada en mi vida, niña. 

—¿Estás drogado? —Pregunté bromeando, pero la verdad no me hacía la mínima gracia. —Lo siento, no quería molestarte, solo creí que... como anoche tu me dijiste que... te disculpabas, pensé que todo estaba bien.

—Si. Yo me disculpé por golpearte. Lo recuerdo. Nunca dije que nos volveríamos amigos.

—No pretendo serlo, de todos modos. —Fingí que tampoco me importaba, pero la forma en la que sus palabras se clavaban en mi me estaban golpeando peor que sus manos.

—Entonces, lárgate de mi camino, me estás estorbando, todo el tiempo me estorbas.

—¿Si tanto te molesto para qué tengo que quedarme aquí? ¿Qué es lo que buscas? No entiendo por que puta mierda tengo que estar aquí si tanto te jodo. —Como era de esperarse, mis lágrimas inútiles se hicieron presentes. —De hecho, me iré ahora.

Hice el ademán de irme hacia quién sabe dónde, pero esta vez era él el que se interpuso en mi camino.

—No te vas, porque eres mi juguete y no me desharé de mi juguete, jugaré contigo hasta que me aburra.

—Pues si solo es un capricho tuyo búscate otro juguete, yo no voy a soportar tu mierda, Sinclair. ¡Suéltame!

—¿Crees que no tengo otros? Já, que imbécil, ¿por qué crees que me voy todo el tiempo? Porque me voy por ahí a coger con mis otros juguetes, esas chicas si me dan lo que quiero, no como tú, a ti solo te quiero para joderte.

—Entonces déjame en paz, no entiendo por qué diablos me tienes aquí si puedes estar con otras mujeres, y si ellas si quieren ser tus putas entonces ve con ellas, yo no quiero estar aquí además tu... Tu me mientes...

—¿Te miento? Literalmente te estoy diciendo que solo estoy jugando contigo.

—¿Ah si? ¿Entonces todas las cosas que dijiste anoche y el hecho de que me abrazaras y durmieras conmigo no fueron mentiras?

—... —Por un segundo guardó silencio, pero fue un silencio que no pude entender.

—Si puedes tener a otras, ¿por qué mierda no te vas con ellas y te vas a hablarles basura dulce y a tirar tu deprimente persona a los brazos de ellas? Creí que eras un monstruo, Bo, pero me equivoqué, eres un hombre deprimente, borracho y no quieres a nadie, más que a ti mismo, eres un mentiroso.

—¿Me tiene que doler? No me duele más que ser un objeto como tu, y encima un objeto inútil, porque ni siquiera sabes coger.

—¡Pues vete a coger con tus juguetes profesionales y déjame ir! —Grité y quise correr y escapar, pero de nuevo, su mano me detuvo y sus brazos me aprisionaron contra él. —Ya basta, aléjate, no quiero que me toques, suéltame.

—No puedes decirme mentiroso, tu también lo eres.

—¿De qué hablas? Yo no te mentí jamás. —Forzar no servía de nada, odiaba que fuera más fuerte que yo, odiaba saber a que se refería.

—Estás mintiendo ahora... "No quiero que me toques"... Yo no lo creo. —Murmuró en mi lóbulo y un sentí ganas de llorar. —Mírame y dime que no quieres que te toque.

Le hice caso y lo miré a los ojos, pero no iba a darle el gusto, jugaba conmigo, otra vez.

—N-no entiendo... Yo no... No entiendo por qué haces esto.

—¿En verdad quieres que te suelte, Candice?

—Por favor, déjame en paz... tu no sabes...

—No sé ¿qué?

—¿Si no te importo por qué haces esto? Déjame ir, prometo que no iré con la policía, le diré a mi madre alguna mentira, no sé, pero no sabrás de mi, en serio.

—Eres mira, jamás te dejaré ir. —Eso rebalsó el vaso, ya estaba llorando como una idiota. 

Este hombre me hablaba con posesividad, sonaba tan imponente y a la vez romántico,  pero se supone que cuando no le importas a alguien no le importa si te vas, solo quería que dejara de hacerme llorar. Estaba harta de llorar, ¿por qué él tenía que ser así? ¿No podría ser igual que mi padre? El dejó de hacerme llorar cuando por fin estuvo lejos por completo. Necesitaba a Bo lejos para que dejara de sufrir, pero se rehusaba a dejarme ir.

—¿Por qué me haces todo esto? Me buscas y dices cosas bonitas solo cuando estás ebrio y luego, al otro día solo finges que nada pasó, ¿por qué? ¿por qué tienes que hacer eso? ¿te asusta hablar de tus sentimientos? ¿Qué sientes, Bo? —Me atreví a preguntar.

—Yo... Yo solo no quiero que... te vayas. Es todo, porque eres mi ju...

—Tu juguete, lo sé. Entonces... ¿no sientes nada?

—¿Qué se supone que debería sentir? Lo único que siento es cansancio de lo mucho que cogí hoy.

—Oh vaya, que bien, al menos uno tuvo un día interesante. Pues, veo que... Que me equivoqué, en serio pensé que tal vez sentías algo por mi.

—No sé qué esperabas que sienta...

—No te preocupes, los sentimientos como la alegría, la melancolía o el amor  son cosas que no todos pueden comprender, por eso te compadezco, para ti no es fácil sentir ese tipo de cosas... No como Vincent. —Solté lo primero que se me vino a la cabeza, pero ya no tenía lágrimas que sacar.—No me voy a ir... Te lo prometí esa noche, ¿cierto? Yo no miento... Así que ya puedes soltarme.

Bo me miró con un gesto extrañado, sus labios ya no hacían muecas burlescas, ahora estaba en silencio; por primera vez no tenía algo que decir, tal vez yo estaba en lo correcto. Me soltó finalmente y me dejó volver adentro. Y como era de esperarse, encendió su camioneta y se fue.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 25, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

He is Insane. [Bo Sinclair]Where stories live. Discover now