033: ᴘɪɴᴛᴜʀᴀs ɴᴇɢʀᴀs

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Regresa al dormitorio tras una nueva velada de <<autopsias>> con la doctora.

Ryujin, Seulgi y Taehyung ya se han dormido. Sus respiraciones forman un susurro que le invita a cerrar los ojos.

El cansancio le acaricia el rostro. Suspira y cierra los ojos. Cuando los abre de nuevo siente un hormigueo en la espalda. El corazón le late al ritmo de su respirar pausada.

Inhala juntando las pestañas. Su pecho sube y baja como la superficie de un mar tranquilo. Se lame los labios; saben a sueño. La mente se arrastra perezosamente entre los últimos pendientes del día. Un latido en su nuca canta el vals de los sueños. <<1, 2, 3, Dormir, 1, 2, 3, dormir>>.

Relaja la mandíbula, las mejillas, la frente, suspira y se duerme.

☯︎☯︎

Un birrete rojo y radiante le ilumina los párpados y los abre. El cardenal le tiende la mano.

Gira el cuello de un lado a otro y comprueba que todos están durmiendo. La mano tendida le espera.

—¿Otra vez?

El cardenal no se inmuta.

—Estoy enfermo —se agarra la cabeza-, estoy alucinando...

—Vamos, Jungkook, no tenemos tiempo que perder

—¿Por qué has vuelto?

—Esa es una pregunta para ti —responde y se da la vuelta—, pero no hay tiempo para responderla. Tenemos que irnos ahora

Cuando termina de hablar siente el suelo vibrando a sus pies.

—¡Ryu...! —comienza a gritar pero la sala de conferencia ha desaparecido—

Todo se ha vuelto oscuro. De pronto ve una luz a lo lejos. Una lluvia de cuadros le envuelven a él y al cardenal. Su guía da un paso adelante.

—Vamos

—¿A donde vamos?

Pero el cardenal le da la espalda y camina hacia el fulgor en la disciplina.

La oscuridad le gana terreno a la luz y siente de nuevo sus pies sobre suelo firme. Los párpados le pesan una tonelada y el sueño flexiona su cuello levemente.

La figura del cardenal se aleja otro paso más. Sus pestañas están a punto de unirse.

La luz se va apagando a medida que siente el peso de su cabeza sobre la manta. Cierra los ojos y todo es oscuridad.

Cuando hay más demonios que el infierno puede contener, estos se arratran hasta tu cerebro. El averno queda vacío y tus sueños se transforman en pesadillas.

Siente una mano helada agarrándole el tobillo, luego otra, y otra...

—¿Sientes mis manos, Jungkook? —susurra la voz de Yeji—

Oye unos dientes castañeteando en su nuca.

—Jungkook no siente nada, nunca ha sentido nada —dice una voz demasiado familiar—

ᴀᴘᴏᴄᴀʟʏᴘsᴇ | ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋWhere stories live. Discover now