021: ᴄᴏ́ɴᴄʟᴀᴠᴇ

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Cierra levemente la puerta de su habitación y camina hasta la mesa. Allí sigue Jackson inclinado sobre el cuaderno

-Todavía no han llegado -dice Goon Yoo sentado junto al joven-

-¿Y Tae?

-Durmiendo en la habitación -la nariz de Goon Yoo sobrevuela el cuaderno-. ¿Has visto esto?

Mira sobre la cabeza de Jackson, estudia la hoja y cruza miradas con Goon Yoo

-Increíble, ¿eh?

El lápiz se desliza por el papel dibujando a la perfección la silueta de los náufragos, del mar y del barco volteado.

-Ha memorizado el cuadro de la habitación -continúa Goon Yoo- y ahora lo está plasmando hasta el último detalle

Los codos de Jackson están pegados a la mesa, su pecho sobre el cuaderno y sus ojos azules imantados a la hoja. El dibujo le parece incluso más vivo que el cuadro. Las expresiones de los náufragos gritan <<socorro>> a través del papel y el mar es un demonio que los devora a todos.

-Es una obra de arte -dijo sin despegar los ojos-

La voz de Jennie se oye entonces detrás de la puerta y Goon Yoo se pone de pie rompiendo el embelesamiento artístico.

-Ya están aquí

La puerta se abre y Jennie, D.O y Seulgi entra al piso

-Siéntese, por favor. ¡KIM TAEHYUNG!

Tae sale de la habitación, se quita unas legañas y toma asiento con el resto

-Jungkook nos dice -comienza Goon Yoo- que quieren ir a buscar a Minho

-Así es -responde D.O, Jennie asiente-

-¿Seulgi?

-No estoy segura

-Muy bien, pues vamos a hablarlo ahora mismo para llegar a una decisión conjunta, ¿de acuerdo?

-Ok -dicen todos-

-¿Qué le pasa a Jackson? -dice Seulgi mirando al joven-

-Solo está dibuj... -las palabras mueren en su boca-

El cuaderno yace ahora en el suelo al lado del lápiz. Los dedos de Jackson se han transformado en dos puños que golpean una y otra vez su rostro. Goon Yoo se pone de pie y agarra las manos del joven

-¡Jackson, tranquilo!

Pero el músico pelirrojo parece estar en otro mundo, luchando con una criatura imaginaria. Tae y Jungkook consiguen detener los golpes pero Jackson se convulsiona y tiembla constantemente. Ruidos ininteligibles salen de su boca. Seulgi, D.O y Jennie permanecen en sus asientos.

-¡Jackson Wang, Tranquilo! -repite Goon Yoo-

Pero el joven no puede, no quiere o no sabe cómo detenerse. Sus manos se abren de repente y los dedos caen sobre la mesa como gotas de lluvia descontroladas

-¡Rápido, Jungkook -grita Goon Yoo forcejeando- he visto un órgano... un teclado electrónico en el piso de Minho! ¡Tráelo!

-¡¿Estás seguro?!

-¡Sí, no hay tiempo que perder! ¡Ve!

-Jennie se interpone en mi camino- ¿Qué haces?

-Toma -dice entregándole unas llaves-, son las llaves del piso de Minho

Mira dudoso de Jennie a su mano, hasta que un nuevo grito de Goon Yoo le arenga a salir corriendo. Sube como una bala por las escaleras, freno ante la puerta, le pegó una estocada con la llave y la gira. Se encuentra con decenas de muebles pero activo su mente como un faro y busco el instrumento.

-Vamos... vamos... -dijo hurgando entre un escritorio y par de cajas-. ¿Dónde estás?

Un armario de aspecto decimonónico le observa engreído del otro lado del salón. <<Debe estar allí>>. Corre, abre el mueble y se encuentra con el teclado. Lo levanta con facilidad y esta a punto de darse la vuelta, cuando descubro un papel manchado y arrugado debajo del instrumento. <<¿Qué es esto?>>.

El encabezado de la hoja es la bandera de la comunidad de Seul, seguido por un <<CentroMédicoAsan>> debajo en rojo y azul. Pero lo que le llama la atención no es el encabezado o el nombre del paciente (Lee Min-ho), no, lo que le llama la atención es lo que pone junto a <<Diagnóstico: Cáncer de orofaringe>>. Un grito masculino recorre las escaleras. Se olvidó de los papeles y baja como un rayo.

-¡Aquí está! -pone el instrumento sobre la mesa-

-¡Tae, enchúfalo! -espeta Goon Yoo-

Jackson continúa meciéndose de un lado a otro violentamente. Un hilo de saliva cae desde sus labios. Sus ojos están desorbitados

-Jackson -entonces Goon Yoo le acerca el teclado-, tranquilo, Jackson. Mira un órgano, música, Jackson, toca...

Un meñique de Jackson roza accidentalmente el instrumento. Se detiene. Sus ojos una pluma que desciende hasta aterrizar sobre las teclas. Su espalda se curva como signo de interrogación sobre el instrumento. El músico pestañea y vuelve a estar en control de su cuerpo. Un par de manos llenas de gracia se apoyan sobre el teclado. Jackson cierra los ojos.

Las notas comienzan a flotar de sus dedos al instrumento y del instrumento a sus oídos. Las manos acarician las teclas y sosiegan el espíritu del músico. El Jackson de hace unos minutos ha desaparecido. Sus hombros oscilan ahora con cada nota, su cabeza sigue el compás de sus ojos cerrados. La metamorfosis está completa. Goon Yoo da un paso atrás y suspira.

-¿Cómo lo sabías? -preguntó-

-No lo sabía -le responde-, lo supuse

Los acordes suavizan el aire. Sonrió y mira a su alrededor. Todos se rinden ante el joven pelirrojo que cada vez se entrega más y más a la melodía. Unas lágrimas corren por las mejillas de Kyung-soo.

-Nos has salvado -dice Tae mirando a Goon Yoo-

-Él se ha salvado a sí mismo

Y la música continúa ascendiendo como un ángel buscando el camino a casa. Jackson se ha convertido en uno con el instrumento. Sus cejas danzan con las notas, su rostro es luz y armonía. Incluso la lluvia pretende seguir los acordes del maestro.

-¿Y ahora qué? -pregunta Jennie-, ¿vamos a buscar a Minho?

-He dicho que sí, Jennie -responde perdido en la música-

-¿A qué estamos esperando?

Jennie se mueve de un lado a otro como un columpio. Despega la mirada de Daniel.

-¿Ahora?, ¿quieres ir a buscarlo ahora?

-Si, no hay tiempo que perder

-Jennie... -comienza a decir pero la música ahoga las palabras-

☯︎☯︎

Fuera, en la cornisa del edificio que está enfrente del edificio, hay un vigilante en las sombras. El Rey de los Muertos observa la urbanización empapado por la lluvia mientras la ropa mojada se adhiere a su cuerpo. Las gotas caen sobre él como si fuese la gárgola de alguna catedral.

El viento silba, una gota traviesa sigue el curso de su mejilla y se pierde dentro de ese rictus siniestro. Debajo de Minho, en la calle, una muchedumbre de muertos y esqueletos esperan pacientes a su amo. Un rayo araña el cielo y su resplandor ilumina a cientos de zombies. El trueno se oye al fin, como un tambor de guerra, como dulce música para los oídos del Rey de los Muertos.

ᴀᴘᴏᴄᴀʟʏᴘsᴇ | ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋWhere stories live. Discover now