S•E•T•E•N•T•A •Y• UNO

205 29 7
                                    

Cuando apenas llegamos a la casa lo invité a pasar, pero prefirió quedarnos un rato a fuera. Este chico era demasiado respetuoso y no sé si me sorprendía cada vez más, al enterarse que no había nadie en casa no quiso entrar.

Nos sentamos en la entrada de la casa.

¿Le tendrá miedo a mi padre? ¿a mis hermanos? ¿o creerá que le voy a hacer algo? Ay, April no pienses.

Les mostré a mis mascotas y me dijo.

—Mi padre nunca me dejó tener mascotas porque no teníamos tiempo para cuidarlas, así que cuando sea independiente lo primero que haré será tener —dijo acariciando a los perritos.

—Yo no recuerdo un dia sin mascotas, pienso lo mismo. —No quería ser tan preguntona ni fastidiosa como lo fui con Houston, pero inevitablemente deseaba saber qué pensaba Gus, o cuales eran sus ideales, ya que por mas que nos emocionáramos de reencontrarnos la realidad podía ser otra, por lo que le pregunté—. ¿Cómo te va en la universidad?

Él dejó de acariciar las mascotas y me miró

—Bien, me va mejor en comparación al colegio —se rio—. Estoy estudiando Arquitectura, seguí la misma línea de mi padre y lo único que quiere es que termine para comenzar a trabajar, aunque en las vacaciones voy a ayudarle y también gano dinero, por eso pude comprarme la moto —me contó— ¿Y a ti cómo te va?

Definitivamente Gus pensaba como yo.

—Estupendo, pero mas que irme bien me siento feliz con lo que estoy estudiando, también en las vacaciones iba a ayudar a mis padres, y me dan mesada —me reí—. No podían pagarme sueldo porque no estoy contratada aun

—Me pasa igual —se rio—. Pero ese dinero no viene mal

—Exacto

—Creo que siempre tuviste esa personalidad de querer ayudar a los demás —añadió como si volviera al pasado.

—Si supieras las veces que me pelee por ti en kínder —me reí y el se sorprendió.

—No sé cómo te librabas de la expulsión

—Éramos pequeños —me encogí de hombros.

—Y yo era un nudo de nervios —negó con la cabeza

—¿Y como superaste eso? —dije refiriéndome a su tartamudez

—Supongo que lo imaginas, doctora April —dijo causándome una emoción en el estómago, sonrió y continuó—. A base de terapias, y mas terapias. Fueron años tratando de hablar mejor, hace unos meses me volvió por el accidente de mi padre, pero gracias a Dios no fue tanto como al principio.

—De verdad me alegro de que lo hayas hecho, pocos lo logran, quizás disimulan ese problema, y tu te ves bien —dije.

Me miró y sonrió como si quisiera decirme algo pero se lo guardó, me gustaria saber qué estaba pensando.

—¿Qué? —dije dándome cuenta de que lo expresé en voz alta.

—...Sigues igual de linda como cuando tenias cinco años

Y ahí estaba yo otra vez con mis mejillas a todo color. 

Ay amo esta parte 🙈❤

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ay amo esta parte 🙈❤

Entre palabras te hallé (I y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora