Parte 14

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Logan caminó por los pasillos de la casa, en dirección a la habitación de Charles. Trataba de retener la pequeña sonrisa que siempre se asomaba a sus labios cuando llevaba buenas noticias, pero casi se le hacía imposible. Los rumores corrían rápido.

Se paró frente a la puerta y golpeó un par de veces, por mera cortesía, antes de ingresar al lugar. Charles se encontraba frente al tocador, aún con su camisón, peinándose el cabello, sin embargo, soltó todo lo que estaba haciendo y miró a Logan con los ojos rebosantes de alegría.

—Dime

Logan rió. Muchacho impertinente.

—Aun no es un gran rumor, pero ya se habla de ello... Del omega prometido con el excelentísimo y codiciado Sir Lehnsherr

Charles soltó un pequeño grito de alegría y Logan recordó la propuesta de Lehnsherr. En realidad, Charles le había contado que el día de la caceria y movido por un impulso, Lehnsherr le pidió que fuera su marido. El hombre ni siquiera tenía un anillo, por lo que Wanda le dio uno que ella llevaba puesto. De igual manera, Lehnsherr prometió pedir la mano de Charles con mayor ceremonia y así lo hizo.

Fue en un día muy cálido, hacía tan solo una semana. Se juntaron en el jardín de Lehnsherr cercanos a un laberinto que allí había, hecho especialmente de rosas rojas para tomar el té. Charles había esperado unos días, pero no había tenido noticias de la propuesta por lo que había comenzado a preocuparse. Al parecer, Lehnsherr había querido sorprenderlo y así lo hizo.

Tenía un ramo gigante de tulipanes de todos los colores, Logan no sabía mucho de flores, pero luego Charles le explicó el significado. Al parecer, el tulipán era un símbolo de amor sincero. Es una flor increíblemente romántica que al regalarla expresas enamoramiento, pasión, amor incondicional, amor puro, así que eran perfectos. Todo le pareció perfecto a Logan, por lo que no se encontró a si mismo capaz de negarse cuando Lehnsherr le pidió el permiso para quedarse con Charles a solas. A partir de ese momento, como prometidos, podían pasar algunos minutos sin la supervisión de alguien. De igual manera, Logan no era quien, para conceder permisos, pero agradeció el gesto.

Por supuesto que los sirvientes de Lehnsherr se enteraron de todo y fueron los encargados de hacer correr la feliz noticia del próximo matrimonio, por cada rincón de la ciudad. Charles estaba exultante por ello y Logan, a pesar de lo que la futura boda significaba para él, también compartir la alegría.

Había llamado la atención a Logan que Kurt Marko y Sharon no hubiesen dicho nada al respecto, por lo que se encontraba alerta. Por supuesto, no compartiría sus preocupaciones con Charles. El chico estaba demasiado feliz como para arruinárselo.

Llevó a Charles por el muelle en su paseo de la tarde. El salitre del mar les llegaba a ambos en la suave brisa que corría, despeinando sus cabellos. Era un día encantador, a pesar de estar nublado. Logan escuchó las tablas de madera crujiendo bajo sus pies y las ruedas de la silla de Charles, antes de que el omega se aclarase la garganta para llamar su atención.

—Así que...- dijo de manera tentativa —Tu y Pietro...

Logan se sorprendió ante la mención del chico y juró para sí mismo, que, si hubiese estado bebiendo algo, lo hubiese escupido.

—Él y yo ¿Qué? - preguntó, tratando de disimular sus nervios.

—Tú y él, bueno... - continuó, sonrojándose hasta las orejas. Sin embargo, eso no lo amedrentó —¿Hay algo entre ustedes?

Logan se juró a si mismo que no se había sonrojado y fingió no notar el calor que subía por sus mejillas.

—No pasa nada entre ese muchacho y yo – respondió con contundencia y tomó la silla de ruedas de Charles para emprender el camino de regreso a la casa. Estaba oscureciendo y la zona de los muelles no era lugar para un omega decente.

—Él parece interesado

—Es un chiquillo... Ya sabes cómo son las cosas a su edad

—No comprendo

—Cuando yo tenía la edad del hijo de Lehnsherr, me gustaba cualquiera que me mirase un poco y juraba amor eterno. Luego lo superé... Él lo hará.

—Me parece un poco injusto lo que estás insinuando

—Vamos, Charles... Soy un beta amargado, mucho mayor que su padre. Ya aparecerá algun Omega o beta que llame su atención y se olvidará de este viejo

—No eres un amargado

Logan rio ante la broma de Charles.

—¿Quieres saber lo que pienso?

—Me lo dirás, aunque no quiera escucharlo.

—Pienso que le temes a amar... A entregarte a alguien y salir lastimado.

Logan se sintió un poco incómodo ante esas palabras. Guardando silencio, dio la vuelta en una calle, pero al instante se arrepintió al ver a algunos omegas con los pechos desnudos, mostrándose como si estuvieran en un escaparate. A punto estuvo por regresar por donde habían venido, cuando algo llamó su atención

—A que tengo razón – continuó Charles, sin haber notado nada al parecer —Creo que deberías darle una oportunidad. Quizás, hasta te des cuenta que estabas equiv...- se calló abruptamente y Logan se reprendió a si mismo de no haber reaccionado antes de que Charles viera esa escena. A Lehnsherr, saliendo de un burdel con, lo que parecía, una omega de su brazo.

El arte del cortejoWhere stories live. Discover now