Capítulo 8.

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Luke

No logré conciliar el sueño muy bien a pesar de que esta mañana desperté bastante temprano. Son las 6pm, fui a comer un poco de sushi que me preparó Bianca, mi chef personal. Aún así no me siento tranquilo, me siento muy inquieto porque no sé cómo está Celestine. Quisiera ir de nuevo pero a esta hora seguro debe estar o en clases o durmiendo. Además debe estar enfadada por provocar que la regañaran y le pegaran, así que quiero tener un detalle con ella para que podamos volver a hablar. 

Para ser honesto siempre he tenido actitudes machistas y lo sé porque yo mismo las provoco. Desde hace mucho la tristeza y depresión no sale de mí y siento que me puedo desquitar con las mujeres, eso no quita que siempre me siento muy mal pero ya no me importa más. Mi última ex, Carol, es una chica muy bella, con un cuerpo espectacular y una personalidad arrolladora. Me cautivó su espíritu alegre y su honestidad. Sin embargo ella solo estaba conmigo por dinero y yo empecé a quererla, cuando ella se dio cuenta de eso me dijo que ya no quería nada más conmigo que no fueran viajes o joyas. Decidí apartarme de ella porque no quiero eso en mi vida, eso solo creará un vacío difícil de soportar. 

Pero Celestine ... ella provoca en mí algo que no puedo controlar. Y no son deseos sexuales que desaparecen cuando follo con cualquiera y que, luego se convierten en asco. Ella provoca en mí ternura, felicidad, unos deseos incontrolables de darle mimos y de quererla, la veo y es como si un ángel inmaculado anduviera por la tierra y deslumbrara, resaltando sobre los demás como una figura divina, y su risa ... su preciosa risa es como un coro de ángeles en mis oídos. La idea de adoptarla ha rondado en mi cabeza como un escenario utópico en el que una niña va a aceptar que la adopte y que luego la convierta en mi bebé/novia y no va a decir nada al respecto. Eso es estúpido. Pero si tuviera poderes omnipotentes, lo haría. Y deseo tener a una chica dulce y desinteresada en mi casa, que me despierte con un beso, que me abrace sin esperar nada a cambio, que me necesite, que conozca cada rasgo de mi personalidad y yo la de ella. Incluso que nos casemos y seamos felices, porque hace mucho que no soy feliz. 

Mañana planeo ir al frente de la torre o encontrarme con ella en su silla y pedirle perdón, no quiero perderla. Creo que verla se ha convertido en el motivo de mi despertar cada día. Antes deseaba no despertar para dejar de sentir este horrible vacío, pero ahora despierto y lo primero que quiero escuchar es su risita, ver sus ojos y acariciar su cabello dorado... Hermosa Celestine, por favor, no me vayas a tener miedo. 

Celestine

He despertado en una camilla de la enfermería, pero esta es diferente, es más cómoda. Ya me siento un poco más cálida. Lo primero que sentí al abrir los ojos además de la luz cegante y abrumadora, fue muchas ampollas en mis manos y brazos. La enfermera me dice que estoy bien y que no debo reventarlas, también que no debo usar fuego para calentarme y que  debo permanecer aquí por lo menos hasta mañana. Tengo suero intravenoso y mi ritmo cardíaco está un poco mejor. Ayer fue solamente una horrible pesadilla. Después de dos horas sentí que unas suaves manos me despertaron:

-Tinita, qué bueno que despertaste -llorando- estaba muy asustada, creí que me dejarías sola-lloraba abrazándome-

-Gia ... -me duele mucho la garganta-

-No hables Tina, la marrana de la enfermera dijo que no lo debes hacer. Maldita Miss Willis -esto lo dijo en un susurro- Esa mujer las va a pagar algún día. Escucha, ahorita tengo que ir a clases, después iré a comprarte leche achocolatada, me han dado permiso. -dijo un poco animada-

-Gia ... 

-Shhhh no hables, espérame y en 3 horas traeré un vaso de leche achocolatada tibia, quieres un libro?

-No ...

-No hables!

-P-por favor.

-Bien... dime.

Adoptada por Daddy (LH)Where stories live. Discover now