Draco Malfoy y la Rueda de Hécate (#4)

Capítulo 3: La Marca Tenebrosa

"¡Avenseguim!"

Draco siguió el tirón hacia Luna, temiendo que le fallara en un momento de peligro igual que con Hermione y el Basilisco. Pero encontró a Luna justo al final del tirón, con tantos Weasley a su alrededor como cualquier persona razonable pudiera desear. Hermione y Potter estaban con ellos, sus rostros colorados y triunfantes iluminados por los fuegos artificiales verdes sobre ellos, una escalofriante anticipación de la luz verde de la Marca que pronto aparecería. No había forma en que Draco pudiera advertirles sin lucir culpable. Tendría que fingir sorpresa como si su vida dependiera de ello. No había forma de advertirles más de la que habría de detener esa inútil presentación de suceder. No es que hubiera valido la pena el riesgo si hubiera sido una posibilidad- solo unos cuantos Muggles, levitados y no asesinados, y algo de mala prensa para Bretaña y Fudge, lo que haría bien para distraerlo del asunto del reloj de bolsillo...

Pronto el Señor Weasley los llamó desde dentro para tomar una taza celebratoria de chocolate caliente, en donde Fred y George le mostraron todos los Galeones que ganaron. Draco les enseñó su nuevo reloj con tanta actitud engreída como pudo. "Es gracias a ustedes dos",dijo Draco con modestia, agradecido por las habilidades de predicción de los gemelos, para salvarlo de cualquier sospecha de conocimiento anticipado. "Solo seguí su ejemplo"

"Tomaste su reloj", el señor Weasley comentó sorprendido. "¿Y tu padre te recompensa con dejarte pasar la noche en nuestra tienda?"

"Esa es exactamente la razón", mintió Draco, iba a dar todo de sí con las mentiras. "Estaba tan enojado conmigo que me dijo que no fuera a casa con ellos esta noche, y que me largara a quedarme con mis desagradables amigos mendigos si es que quería impresionarlos tanto. Como si eso fuera un castigo"

Ron hizo su mejor impresión de la voz chillona de Dobby. "¡Lucius Malfoy es terrible dando castigos!"

Hermione intercambió una mirada desconcertada con Ginny, mientras Potter, Draco y Luna aullaron de risa. "¿Es esto lo que siente no saber cuál es el chiste?"

"Es terrible, verdad", suspiró Ginny, "Y Ron y Draco siempre están haciendo chistes"

"Si", dijo Draco, "Ron es un chiste. Pero yo, posiblemente es porque soy el Joker", y cuando agarró los ángulos de sus labios y los jaló hacia afuera, le dio a Hermione el placer de ser la única que se riera. Habían visto la película muggle Batman juntos ese julio en su habitación de hotel. Creyó que lo recordaba correctamente mientras bromeaba, "Mira, hasta tengo el cabello verde"

"Oh por dios," dijo Hermione, "Si luces como él. Esa es tu personalidad," y Luna la tocó en el brazo esperando pacientemente una explicación.

"¿Por qué... tan...serio?" Draco le gruñó a Hermione, girando su cabeza como depredador en su dirección, y dejó que sus payasadas lo distrajeran de lo que sabía estaba por venir. Tanto ella como Potter se rieron histéricamente en esa ocasión.

"¿Qué es tan gracioso?" Ron preguntó. Los muggles de Potter nunca lo llevaron al cine, así que él lucía igual de perdido, y a pesar de eso se rió. "¿No lo entiendes verdad? ¿Por qué te estás riendo?"

Potter se sonrojó, bajando la mirada. "Hizo una voz graciosa"

Ginny pronto se estaba quedando dormida sobre su chocolate, y el señor Weasley los envió a la cama. A pesar de que Draco se ofreció a compartir cama con Charlie, solo se ganó miradas feas ante esa sugerencia, y un rápido conjuro de otro catre a lado de las literas. "Aguafiestas," Draco entonó, mientras enfocaba su vista con fuerza en un costado de la tienda frente a él, para evitar la tentación de girar y ver a Potter cambiándose detrás de él.