La leyenda de Giyuu, el último pilar del agua.

La importancia de la realidad.

Amane Kayaki, de 17 años de edad, una joven con muchos deseos frustrados, todo por culpa de los cazadores de demonios.

Monje: Amane Kayaki, fuiste elegida para ser la siguiente dama de la familia Ubuyashiki, felicidades. (Dijo el viejo monje).

Amane:...... que??.

Monje: creo que sí haz escuchado acerca de los Ubuyashiki, hace 418 años tus antepasados fueron cuidados por los Ubuyashiki, ahora es tiempo de devolverles el favor.

Amane: p-pero porqué yo??!, no había alguien más??!, yo no acepte ésto!.

La puerta fue abierta dejando ver a dos "mocosos" o así los llamaba Amane, aunque ahora que los ve bien, pudo notar algo, ambos lo perdieron todo, sus ojos apagados, una expresión fría de parte del más joven, y una sonrisa triste de parte de su esposo.

Kagaya: un gusto conocerte Amane-san. (Dijo sonriente mientras hacía una reverencia respetuosa).

Amane:...... un gusto. (dijo mirando con cierta incomodidad a ambos chicos).

Lo notaba, esto no era su decisión, obligada por sus mayores a hacer algo que no quería hacer, ella quería una vida normal, porque tenía que ser obligada a vivir un infierno por algo que ocurrió hace quien sabe cuántos años??!, vivir y ver cosas horrorosas, ella...... solo quería una vida pacífica, pero no importa eso, aquí lo importante es satisfacer las necesidades de los Ubuyashiki, su opinión y sentimientos no importan, la mirada del pilar del agua se lo advertía, un error y estaba acabada.

Kagaya: podemos caminar un rato Amane-san??. (La joven solo asintió claramente incómoda).

Los tres jóvenes caminaron en silencio, Giyuu se mantuvo atrás mirando fijamente a Kagaya y Amane, el joven patrón sonreía, su prometida estaba claramente triste por como iban las cosas, también nerviosa ante la presión ejercida por el pilar.

Kagaya: no tengas miedo de Giyuu, el es una buena persona.

Pensamientos de Amane: como diablos crees que estaré calmada teniendo detrás de mi a ese chico??!. (Pensó mientras miraba de reojo a Giyuu, los ojos de ese chico...... alguien que estuvo en el mismísimo purgatorio y vivió para contarlo, los ojos de alguien que acabo con la vida de muchos seres..... puede que también acabo con la vida de personas, no se le haría sorprendente tomando en cuenta ese ojo sin vida alguna).

No había duda alguna, sabía que los monjes no le permitirían opinar, sabía que ese pilar la mataría sin dudarlo, estaba atrapada..... a menos que.

Amane: díganme, les gustaría algo de comer??, estaría bien un té en esta fría noche. (el rugir del estómago de Giyuu se lo confirmo), porfavor llamen a los monjes, yo haré la comida. (Kagaya asintió sonriente, en silencio se fue acompañado por Giyuu).

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Kagaya: muchas gracias por la comida Amane-san. (Dijo mientras aceptaba un frasco de medicina que le dió Giyuu).

Monje: Amane, puede que creas que esto es malo pero a futuro comprenderás el motivo del porque fuiste elegida, y serás felíz. (Amane no dijo nada, solo miro fijamente a todos los hombres presentes).

Amane: si..... supongo que tiene razón.... pero no me esperaré a comprobarlo. (Dijo al ver cómo todos los presentes caían dormidos).

La joven al instante salió corriendo, a propósito arranco parte de la zona inferior de su Kimono blanco con la intención de poder correr más fácilmente, el frío hacía que su piel ardiera pero lo podía soportar, era eso o ser esclava por culpa de una deuda de su familia.