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—Final—

-Narra Aidan-
Edades: 30 años.

Me aturdió el sonido de mi teléfono y fruncí el ceño manteniendo los ojos cerrados. Solté un suspiro pesado y extendí el brazo para tomar el teléfono y responder la llamada.

-Diga -respondí con voz adormitada-

✆- ¡Buenos días, hijo! ¿Cómo estás?

-Mamá estaba dormido -coloque mi antebrazo sobre mis ojos cerrados-

✆- Pero si ya es tarde. ¿estas enfermo? ¿Te sientes mal? ¿Pasó algo? ¿Quieres que vaya a verte?

-¡Mamá! -gruñí adormitado- esta todo bien, solo que tengo sueño.

✆- ¿Seguro? -hice un sonido de aprobación- de acuerdo. ¿Irás a trabajar entonces?

-Aun no lo sé, ¿qué pasa mamá? -me acomodé de lado y evitaba quedarme dormido mientras hablaba-

✆- Solo quería saludar, que genio cargas -regañó y reí un poco-

-Pues estaba dormido. Lo lamento. Pero estoy bien, tú tranquila. ¿Hablamos más tarde?

✆- Está bien, cuídate hijo. -y sin más colgó-

Dejé el teléfono en el mueble de nuevo y suspiré mientras me tallaba los ojos fuertemente para poder abrirlos. Mi madre aún me veía como su pequeño hijo, y casi diario me marcaba Justo antes de prepararme para irme al trabajo. Siempre me deseaba un buen día. La ligera luz que pasaba por la cortina me lastimaba así que decidí darme la vuelta. La mejor elección fue esa

-¿Estas despierta? -susurré mientras acariciaba su mejilla. Ella soltó un quejido y frunció el ceño aún con los ojos cerrados. Reí por lo bajo- ya vi que no.. Abre los ojos, cariño..

-Déjame dormir, Aidan -gruño molesta y se tapó la cara con la cobija. Reí de nuevo y me adentré debajo de la cobija al igual que ella para empezar a picar ligeramente su estómago- ¡Gallagher! -regañó y quitó mi mano. Volví a reír- qué enfadoso eres por las mañanas -por fin abrió los ojos y le sonreí con dulzura-

Se veía tan linda recién levantada, bueno, a mi me encantaba sea como sea que estuviera. Estaba enamorado de ella, ¿que esperaban? Estaba obsesionado con verla en el momento que fuera.

Mi bella mujer..

____ Colin. La chica que me robó el corazón desde los 18 años.

-Perdóname, quería ver tus ojos, cariño -acaricié su mejilla y ella la alejó-

-No me hables -se dio la vuelta "indignada" y entrecerré los ojos-

-Eso está mejor para mi -susurré y puedo jurar como sus cejas se juntaron de la confusión. Abracé su cintura y la pegué por completo a la mía. Escuché un pequeño jadeo de su parte- ¿Uno mañanero, linda?

-Ni lo sueñes, Gallagher

-Justamente lo soñé así -bromee y escuché su risa-

-Que casualidad

-Ya.., así despiertas de buenas -bese su mejilla con delicadeza-

𝘓𝘢 𝘯𝘦𝘳𝘥 𝘦𝘴 𝘮í𝘢... | 𝘈𝘪𝘥𝘢𝘯 𝘎𝘢𝘭𝘭𝘢𝘨𝘩𝘦𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora