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-Narra ____-

-¡Date prisa! -gritó mi hermano desde abajo. Cerré la maleta y baje corriendo. Se la entregue y la guardo en la cajuela, me abrió la puerta del coche y me subí- ¿por que tardabas tanto?

-Ya, lo siento no encontraba mi chamarra. -puso el auto en marcha-

-¿Estas emocionada? -negué- ¿por?

-Porque no quiero alejarme de ti, James. -sonrió muy poco- ya me acostumbre mucho a estar contigo

-Bueno yo igual, extrañaba estos buenos momentos a tu lado. Pero estamos creciendo, estamos madurando cada vez más y es momento de enfrentarnos a la vida adulta. Ya no tenemos 17 años Colin

-Lo se -suspiré- ¿pasaremos por ellos? -asintió- Gracias

Hoy era el día. El gran día en el que me iría a Canadá. Me habían aceptado en la universidad al igual que a Blake y Cinco. Eso me tenía de un buen humor pues no estaría del todo sola. Me estaba costando mucho el aceptar que a partir de hoy me separaría de mi hermano, aunque comenzamos teniendo una pésima relación, nunca dejo de ser mi hermano y ahora no podía ni pensar en una vida sin él. No sabía que sería de mi en cuanto tomara ese vuelo. James siempre ha sido como mi soporte, siempre está ahí para mi sin importar qué mal lo traté, siempre tratando de ser un buen ejemplo y siempre enfocado en mi felicidad y nada más que en eso. En verdad lo quería mucho.

Al llegar a casa de Blake, este ya nos esperaba afuera de su departamento. James lo ayudó con sus maletas mientras él se despedía de su familia. Se subió y yo voltee para saludarlo, pues yo iba de copiloto.

-¿Estas emocionado? -pregunté y él asintió con una enorme sonrisa-

-Estoy muy  nervioso, siento que me sudan las manos -reímos- ¿y tú? ¿Cómo te encuentras?

-Creo que estoy igual -James puso el auto en marcha nuevamente-

-¿Dónde está Cinco?

-Iremos por él -respondió mi hermano-

Continuamos en el camino, había puesto música a mitad de este pues el ambiente iba muy tranquilo. Blake y yo íbamos cantando mientras James solo negaba "molesto" en el fondo sabía que él también quería cantar.

Al llegar se bajó y espero a que Cinco abriera la puerta. Casi de inmediato él la abrió y se saludaron con un abrazo y una palmada en la espalda. Lo ayudó con sus maletas, se despidió de su familia y volvieron a montarse en el coche. Su despedida no fue larga, pues ellos lo alcanzarían pronto.

Ojalá James pudiera hacer lo mismo.

-Que gusto verte, cielo -sonreí mientras lo miraba por el retrovisor- ¿no vamos tarde ya?

-No, si alcanzan a llegar -dijo James y volvió a avanzar- ¿Debo recordarles algo?

-Estaremos al pendiente de ella, no te preocupes -dijo Cinco y reí un poco- siempre será así

-No eso Idiota, manténganse siempre comunicados. Pero si, también cuídenmela.

-¿A donde dijiste que te irías tú, James?

𝘓𝘢 𝘯𝘦𝘳𝘥 𝘦𝘴 𝘮í𝘢... | 𝘈𝘪𝘥𝘢𝘯 𝘎𝘢𝘭𝘭𝘢𝘨𝘩𝘦𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora