Capítulo 7

191 97 3
                                    

Miércoles, 14 de febrero de 2018

Empecé aquel miércoles con mucho ánimo por la mañana. Era San Valentín y Alín estaba fascinada por la decoración del restaurante. Los manteles habían sido cambiados por unos rojos de color oscuro, muy oscuro. Combinaba casi perfecto con el dorado del interior.

Lynn propuso regalar el postre a las parejas que nos visitaban y ser demasiado decorativos con la comida. Había visto a un compañero dibujar corazones en el plato de uno de los postres con el chocolate. Si esa no era la festividad favorita de Lynn, entonces ya no tenía idea de nada.

Antes de ir al restaurante, le había informado a Jasper que no me esperara, posiblemente llegaría tarde. Por ser San Valentín, tenía la idea de que las cenas siempre eran perfectas para la ocasión, así que, si el día había sido tan ajetreado, la noche no sería tan diferente.

Lynn había puesto música clásica pasadas las siete de la noche, tan bajito, que era agradable. Una que otra vez, cada que abrían las puertas de la cocina para llevar la orden, miraba hacia afuera, donde estaban las mesas ocupadas por tantas parejas que sonreí de fascinación. Hasta que recordé a Jasper.

Me lo imaginé vestido de traje, sentado en una de esas mesas lujosas frente a mí, cenando conmigo, platicando de cualquier cosa. Tenía un nudo en la garganta para cuando Alín se acercó a hablarme.

—Tu ex está aquí —me susurró al oído.

—¿Aquí? —asintió.

—Ha venido solo. Me pareció verle un ramo de rosas, ¿Esperará a alguien?

Desde la vez que habíamos dado por terminado lo que fuese que teníamos, no había vuelto a cruzar palabra con Wyatt. Seguía frecuentando el restaurante, pero era sólo eso, comía y luego se marchaba. En alguna ocasión lo saludé de lejos, pero nada más.

—Eso sería bueno, ¿No?

—No si no te ha superado —apuntó—. ¿Cómo va lo tuyo con Jasper? —me sonrío de labios cerrados. Cálida y sinceramente.

Alín era tan maravillosa, que hablaba de Jasper como si fuese cualquier persona para no hacerme sentir afectada. Lo hacía parecer normal y a esas alturas sabía que era importante para mí.

—Bien —suspiré—. Todo este tiempo no hemos hablado de...

—Me refiero a lo suyo, su... relación —me dijo, aunque casi se atragantó con la palabra—. No tenemos que tocar ese otro tema —asentí, sonriendo poco.

—Claro. En ese caso, todo está bien. Jasper es... estupendo.

—Me lo has dicho tantas veces que ya lo creo —rió—. Esto es realmente loco, pero me parece maravilloso que esté contigo.

—Aunque sea de pasada —me pareció haberlo pensado en voz alta.

—Oye. Me parece que es mucho mejor tener un instante con él, que nunca haberlo conocido, ¿No lo crees?

Me cuestionó, mirándome atenta. Habían pasado más de dos semanas y Jasper se había cerrado de nuevo conmigo. A esas alturas ya no sabía qué hacer o decir.

—Lo creo.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Lo que no nos dicen del amorWhere stories live. Discover now