Capítulo 7: Una muy mala idea

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A la mañana siguiente, Harry se levantó a las cinco de la mañana, estiró un poco mientras se vestía y, cargando su varita y el mapa del mapa merodeador salió de la sala común. Atravesó el castillo con tranquilidad (no veía a nadie en el mapa) y salió a los jardines, adentrándose un poco en el bosque, hizo cien sentadillas, trescientos abdominales y quinientas flexiones para su calentamiento. Luego, como de costumbre, empezó a correr por el borde del bosque y el lago, pero esa vez (por orden de Merlín) no llegó a más de ochenta kilómetros por hora, así que solo trotaba.

"Disfruta esta semana, Harry, el fin de semana te aparecerás de nuevo" - le informó Merlín y Harry gruñó - "Ah, y mañana no habrá entrenamiento físico, será mágico" - eso emocionó al chico, que asintió obedientemente, volviendo con tranquilidad a la sala común (siendo las seis de la mañana).

Luego de darse una ducha, vestirse con el uniforme (le quedaba bien, pero si se quitaba la túnica podían verse sus músculos por debajo de la camisa blanca y un ligero oscurecimiento en el hombro izquierdo) y tomar sus útiles, bajó a la sala común, que estaba desierta, pero es que aún era muy temprano y nadie más que él se levantaría a esa hora en un día normal.

Se sentó en el sofá frente a la chimenea y sacó un libro de pociones de su mochila, no quería llegar con la mente totalmente en blanco a la clase del odiado profesor Snape.

En la media hora siguiente estuvo leyendo con tranquilidad, sin embargo, unas cálidas y pequeñas manos interrumpieron su ensimismamiento al deslizarse desde su cuello hasta su pecho y cerrarse ahí suavemente.

Buenos días - suspiró Hermione con una sonrisa - ¿la misma rutina de siempre?

Buenos días a ti también - le sonrió Harry volteándose y besando suavemente sus labios – casi, ha sido más suave.

Eso es bueno – dijo Hermione sentándose a su lado.

Supongo – se encogió de hombros, luego su cara pasó a tener una expresión emocionada – pero mañana iniciaré mi entrenamiento mágico - comentó sonriente, su novia rio con suavidad.

Eso es genial ¿Ya tienes un lugar? - le preguntó la castaña, Harry hizo una mueca.

Eso... no lo había pensado – se palmeó la frente mentalmente por eso.

"Oye, Merlín..."

"Ni lo pienses, chico, debes encontrar un lugar tú solo, no te ayudaré" - repuso su entrenador.

Merlín no me ayudará a encontrar un lugar - explicó a su novia.

Entonces te ayudaré - decidió Hermione, Harry asintió - El aula de transformaciones...

Concurrido.

Defensa contra las artes oscuras...

Ocupado.

Pociones...

Ni loco.

El bosque...

Peligroso.

No lo sé - se rindió ella luego de enumerar todos los lugares del castillo que conocía - tal vez debas buscar algún aula apartada en desuso o algún baño...

¡Eso es, Herms, eres un genio! - saltó Harry de repente, asustando a su novia – la cámara de los secretos.

"Chico, esa es la peor idea que he oído en mi vida... y muerte" - dijo Merlín en su mente.

Harry, esa idea es horrible – repuso Hermione con mala mirada.

Lo sé, es algo totalmente desagradable, pero con algo de limpieza y mantenimiento es un lugar perfecto para eso.

Harry Potter y el poder del herederoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن