Harry Potter y el poder del heredero

Capítulo 6: ¡Vaya!

Los cinco chicos fueron directo al cuarto de Ron a seguir hablando, George fue el primero en tomar la palabra.

Aquí pasa algo muy extraño, Harry se derrumbó y pensamos que tenía energía ilimitada, mientras que Percy, el prefecto perfecto, el enemigo de la diversión y amante del trabajo y las normas, pidió vacaciones y se desvela para leer un estúpido libro, que casualmente es de Harry, además de que se le salió decirnos el origen del misterio que ha estado manteniendo todo el verano. Las cosas están raras, chicos – su gemelo asintió de acuerdo.

Siguieron hablando un rato hasta que algo esmeralda brilló desde debajo de la cama de Harry y todos pudieron ver, con curiosidad, un maletín marrón de cuero con una hebilla con incrustaciones de esmeralda, lo sacaron con cuidado y se miraron con la pregunta escrita en los ojos ¿Deberían abrirlo y ver qué contenía?

No - habló Hermione, sabiendo que la misma pregunta que ella se había hecho se la habían hecho los demás también - es invadir la privacidad, no abrirán el maletín.

Vamos, Granger, solo un vistazo - habló Fred.

Sí, Hermione, ¿Qué sería lo peor que podría pasar? ¿Qué encontremos ropa interior? - bufó Ginny y, al darse cuenta de lo que había dicho se sonrojó y carraspeó, mirando incómoda hacia otro lado.

Es cierto, Hermione, vamos – le apremió George y ella asintió resignada.

Bien, pero solo un vistazo - advirtió y los demás asintieron emocionados.

Veamos... - Fred miró por encima – un sofá, una alfombra, una... ¿cama? ¿Para qué querrá todo eso?... - metió la mano y apartó ligeramente los objetos encogidos, llegó a un sobre y lo sacó - ¿Qué será esto? - Hermione se alarmó y se los iba a quitar, pero los gemelos y Ginny ya estaban leyendo las cuatro cartas al heredero, abriendo cada vez más sus ojos.

Ey, eso es privado, dénmelos - exigió unos segundos más tarde.

Pero es genial, Hermione ¿Sabes lo que dice aquí? Es totalmente impensable - exclamó Ginny en shock - ¿No quieres saber lo que dice?

Ella ya lo sabe, Gin, es obvio – le dijo George y la pelirroja, en vez de reaccionar alzó la carta y leyó en voz alta la última frase.

"Para mi heredero, Merlín" - chilló.

"Para mi heredero, Godric Gryffindor" - corearon al unísono los gemelos, estando aún peor que su hermana.

Vaya, Harry tiene más secretos de los que pensé - razonó Fred y sus hermanos (menos Ron) asintieron – con razón es tan poderoso, teniendo ancestros así, cualquiera lo sería.

Ahora me siento mal por haber hecho esto, está claro que no quería que nadie lo supiera - suspiró la pelirroja dejando la carta en el sobre, al igual que sus hermanos.

Pero no lo entiendo - expresó George confundido – Yo me enorgullecería de ser descendiente de estos dos personajes y lo gritaría, me reiría en la cara de todos por eso.

Pero Harry no, chicos – dijo Hermione levantándose con una mirada seria - respetarán su deseo de mantenerlo en secreto ya que no respetaron el de su privacidad, así que, por favor, no hablen de esto con nadie - los demás asintieron y fueron saliendo del cuarto, dejando a Hermione sola con Ron. Se miraron preocupados.

Ni una palabra – dijeron ambos al tiempo, para luego fulminarse con la mirada, sabiendo que eso no era lo que tenían qué hacer – no, hay que decirle, nos disculparemos, pero debe saber que ellos ya lo saben, que no necesitará poner excusas enfrente de ellos - expresó Hermione y Ron asintió.

En el piso de abajo, la comida estaba siendo servida y Harry estaba despierto y, a pesar de que sus sentidos estaban abrumados por el maravilloso olor, pudo sentir que había algo mal, que no cuadraba.