Capítulo 20

74 4 2
                                    

CAPÍTULO 20

Desperté hecha bolita en el sillón de la sala de Jin, aún era de madrugada y él estaba sentado en el piso con su laptop en el regazo y una gran bolsa de frituras su lado.

- ¿Jin?- Pregunté confudida. Era tan tarde que supuse que él ya estaría dormido. Antes de que yo me durmiera él estaba acostado en el otro sillón mientras veíamos algún reality show en la televisión al que en realidad no le estábamos poniendo atención.

- Hola-. Me saludó, tomó un puño de frituras y se las comió sin deja de teclear.

- Es tarde, ¿qué haces?-

- Estoy investigando-. Me respondió, tomó una libreta que tenía a su lado, la abrió y empezó a leer. – Al parecer tenemos que ir al doctor porque tienen que darte vitaminas y revisar que todo que esté bien-. Estaba revisando sus apuntes con atención. – También hay ciertos alimentos que debes evitar y...- Parecía estar teniendo problemas para leer pues pestañeaba con fuerza, un hábito que tenía debido a su mala visión. – No puedo entender mi propia letra-. Dijo riendo, pero sonaba nervioso.

- Es tarde, necesitas descansar tus ojos-.

- Es que no podía dormir-. Me explicó. – No podía dejar de pensar en que no sé nada de embarazos, ni de bebés, ni de vitaminas, ¿cómo voy a ayudarte si no sé nada de esto?-

- Jin-. Intenté interrumpirlo.

- Pero estuve investigando, al parecer hay un muy buen doctor en la ciudad que puede guiarnos en todo esto. Ya apunté su número, llamaré en la mañana-. Continuó hablando y vi que sus manos estaban temblando. – Pero no tiene que ser él, podemos ir a varios doctores hasta que encuentres uno que te guste, voy a avisar en el trabajo y esta vez te acompañaré a todas las citas, lo prometo-.

Me levanté del sillón y me senté junto a él en el piso con las piernas cruzadas. – Jin-. Repetí y tomé su mano. Él volteó a ver nuestras manos unidas y luego mis ojos. – Es tarde, podemos ver todo esto mañana, ahorita hay que dormir-.

Él suspiró. - Debería saber estas cosas-. Apuntó a su computadora y, conociéndolo, supe que él no descansaría hasta que lograra calmar su mente.

Cerré su laptop y me volteé para quedar frente a él. - ¿Quieres hablar?-

– Estoy algo nervioso-. Confesó.

- Yo también-. Le dije. – Yo tampoco sé nada de bebés. Pero podemos aprender, estamos juntos en esto-. Le guiñé el ojo.

Jin me sonrió. – De verdad estaría más tranquilo si te vinieras a vivir aquí-. Dijo. – Quiero estar al pendiente. Sé que estoy muy ocupado, pero intentaré estar para ti todo el tiempo posible-.

- De acuerdo-. Respondí. – Me mudaré aquí-.

Jin soltó aire y me sonrió. -Gracias-.

Nos quedamos hablando por un par de horas más hasta que logramos descifrar las cosas que más nos preocupaban en ese momento.

Primero que nada, la escuela estaba a punto de comenzar nuevamente y yo necesitaba tomar una decisión. No quería dejar de estudiar, pero quería poder tener tiempo para descansar e ir al doctor cuando lo necesitara. Al final decidí que cursaría solo algunas materias ese semestre para no atrasarme tanto, pero tampoco estar tan estresada. Jin en realidad iba muy poco a la maestría. Los profesores sabían quién era, así que tenían muchas consideraciones con él, solo tenía que presentarse a entregar tareas unas cuantas veces al semestre, aunque seguía tomando clases de inglés por instrucciones de la empresa.

EpiphanyWhere stories live. Discover now