Judith Gil, una chica de 18 años con grandes planes para el futuro, en el que claramente, Tom Holland está. Tiene mucho dinero gracias a su querido tío Pablo, su mayor sueño es viajar a Londres y poder conocerlo. Pero unos pequeños atajos hacen que...
Miro por décima vez a Tom desde que comenzó la película. Entre nosotros solo nos separa una pequeña distancia desde que Harrison decidió sentarse en el suelo, ya que según él es más cómodo. Es tan perfectamente perfecto que no puede ser real. Vuelvo mi mirada a la gran pantalla, tengo que dejar de mirarlo o podrá darse cuenta. La comida se acabó hace casi una hora, estábamos hambrientos.
Hazz mira el reloj y toma un trago de su botella. Sin poder evitarlo vuelvo a mirar a Tom, sus ojos se encuentran con los mío y noto que me falta el aire, así que rápidamente aparto la mirada, ahg, ¿porqué siempre hago lo mismo en vez de sonreírle o algo? ¿Me estaba mirando? no, seguro que cuando lo miré él se dió cuenta, mierda. Juego con mi anillo izquierdo, estoy inquieta. No sé en qué momento acaba la película y Hazz se ha quedado dormido. -Qué rapidez- su voz hace que tiemble, él mira aún a su amigo que descansa sobre el suelo, le pone una manta encima y levanta la vista hasta llegar a mí, parece cansado. -Bueno, yo debería irme ya, gracias por invitarme, me lo he pasado genial. -No tienes porqué irte, la familia de Harrison está de viaje por trabajo y a él no le molestará- mientras habla recoge la mesa -me encantaría, pero no puedo, mi primo podría estar esperándome, y Leo también -así es, Leo se quedará a dormir en mi casa hoy. -Bien, si no pueden llevarte, no te preocupes que yo te llevo- se lo agradezco y llamo a Leo.
-¡HOLA!- escucho música a lo lejos. -¿Dónde estáis?. -¿essa eh my coucine?-
-¿Gabriel? Leo, dime dónde estáis- ella manda a callar a alguien y habla -estamos en un local alquilado, nos han traído unos amigos míos de la uni, tu primo está un poco borracho, pero lo estoy cuidando ¿dónde estás tú?- Tom está en la cocina, así que puedo hablar tranquila -aún en casa de Harrison, él está dormido y Tom en la cocina- mi amiga dice unas cuantas cosas que no consigo escuchar mucho pero seguro no tienen importancia. -Veo que aún os queda para que vayáis a casa así que...- ella contesta que sí gritando y me tengo que apartar el móvil del oído. -Entendido, me llevará Tom a casa así que no te preocupes- se despide diciéndome que tenga cuidado y me cuelga. Me da cosa pedirle tal cosa a Tom, así que pediré un taxi. Con una aplicación pido uno y dice que tardarán diez minutos, Tom sale de la cocina y se sienta en el sofá, yo estoy justo delante, así que me siento junto a él. -¿Te vienen a buscar?- no quiero mentirle, pero tiene ojeras, ha trabajado mucho y con la fiesta... debe descansar, así que no tengo más remedio. -Sí, vienen en diez minutos pero mejor les espero fuera- me voy a levantar cuando Tom me agarra el brazo haciéndome desestabilizarme y caer al sofá. Él ríe ante mi torpeza y me pongo colorada -antes de irte- trago saliva -espero que puedas venir esta semana al parque con mis hermanos y Tessa- me dedica una tierna sonrisa y embobada asiento.
Noto que va a hablar pero escucho el claxon del taxi, así que tras darle un abrazo salgo corriendo por la puerta. Una vez acomodada, rebobino al segundo en el que lo abracé... en estos momentos soy muy feliz.
-Tres libras- el conductor también parece cansado, así que le doy cinco y él me lo agradece, cojo las llaves y al entrar me invade una tristeza tan inmensa que hace que una pequeña lágrima se asome por mi lagrimal. Llevo todo el tiempo de esta aventura con alguien, y ahora estoy sola, una noche sola, debería hacer algo, me gustaría salir pero estoy cansada, lo más seguro es que avise qué tal nos va a mi tío, y me acueste.
Tumbada en mi cama revisando mis mensajes por milésima vez, tengo sueño, pero no quiero dormir, y aunque quisiera, tampoco podría, quiero aprovechar al máximo el tiempo. Decidiendo si llamar a Leo para que venga a buscarme, en un chat cercano me aparece que está en línea, quizás pueda entretenerme, además hace tiempo que no hablamos, sin dudarlo más, pulso el maldito botón. Llamando...
-¡Hey Judith!- responden en la otra línea. -¡Hey! ¿cómo estás?- parece reír pero permanece callado. -Zaniel, ¿todo bien? es muy tarde-
-Sí, sí, perdona, es que estoy empezando a trabajar en la empresa de mi tía, y ya sabes, un buen curro debe ser duro, y este sí que lo es, no descanso bien por las noches y por el día... a trabajar-
-Me alegro y lo siento por ti a la vez, ya sabes, algo de dinero te llevas, pero pensé que siendo sobrino de tu "jefa" te restaría- hablo con él en español y me enorgullece decir que me está costando no decir alguna palabra en inglés. -Ojalá Jud, es justo lo contrario, mi tía quiere que dé lo mejor de mí, así que me mata a trabajar, ya sabes que dejé la universidad hace tiempo para que mis tíos me metieran en algo de robótica y gracias a ellos ahora estoy donde estoy...-
-Pues no, no lo sabía Zaniel, hace tiempo que no hablamos desde que me fui, han sido semanas complicadas pero para bien, y me alegro mucho por ti, tu novia debe estar muy orgullosa de ti- todo queda en silencio y no presiento nada bueno. -Mónica y yo lo dejamos hace casi dos semanas, en cuanto te fuiste- me entran ganas de abrazarlo. -Joder, lo siento mucho, de verdad espero que...- soy interrumpida por él mismo. -Jud, lo siento pero viene mi tía, por ahora estoy aquí, y como me vea despierto, me mata- me voy a despedir cuando cuelga. Pues supongo que debo de dormir, el sueño me invade poco a poco, haciendo que viendo todo entienda poco. Esta noche dormiré sola, así que si me acuesto antes, acabará antes. Por si acaso alejo mi teléfono unos centímetros, tiendo a ser sonámbula cada noche, casi todas, hago cosas locas, una vez me bebí un detergente, casi muero. Soñé que era un cubo con Coca-Cola. Si sueño algo de tirar el móvil por la ventana, hay un alto porcentaje que ese ejemplo se cumpla en un hecho.
Me despierta un sonoro golpe, de la rapidez con la que me levanto, me mareo tirándome nuevamente a la cama. No vuelvo escuchar ningún ruido, así que supongo que se habrá caído algo, miro el reloj. Son las once de la mañana, una hora perfecta para levantarse. Por suerte ayer no bebí apenas, por lo que no existe resaca para mí. Voy a la cocina encontrándome a Leo tirada en el sofá roncando. Procuro no hacer demasiado ruido, pues para ella la resaca sí existe. Una vez en la cocina me preparo un café. Voy a mi cuarto con cuidado sin hacer ruido, antes me paro en la puerta de la de mi primo y observo cómo duerme profundamente, supongo que hoy será un día solo para mí. Me siento en mi cama y cojo el móvil. ¡TRES MENSAJES DE TOM Y DOS LLAMADAS PERDIDAS, SE ME OLVIDÓ POR COMPLETO AVISARLE! me pregunta si ya he regresado a casa, los dos últimos mensajes me insiste en que le conteste. Rápidamente le contesto.
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AHG, estoy agotada, así que me tumbo en la cama tras acabarme mi café y cierro los ojos, ya saldré a dar una vuelta. Toda mi cama vibra, así que miro mi móvil, tres mensajes de un chat, entro y me quedo petrificada.
-NO te preocupes, tranquila
-Mis hermanos y yo vamos al parque con Tessa en una hora
-¿Te vienes?
Me levanto y corriendo sin importarme si hago algún ruido comienzo a ducharme, antes digo a Tom que sí como puedo por los nervios
