玉:(TREINTA'Y'DOS)三十二

224 38 71
                                    

"Me quedaré solo, en un lugar donde no se escuchen voces. "

—¡Maldición! ¡Maldita sea! ¿¡Por qué no funciona!? ¡Maldición! ¡Maldición!

Wooseok maldijo con nada más que frustración y angustia, a la vez que destrozaba sus propias formaciones desordenadamente.

—¿Por qué no puedo traerlo de regreso?

Jiwon, la anciana que había curado a Wooseok durante el incidente del despliegue, miró al castaño y no pudo evitar llevarse las manos al pecho con gran preocupación.

Había sido ya hace casi un mes desde que un Wooseok agitado se presentó en medio de la noche en la puerta de su casa sobre un tigre blanco de ojos carmesí.

Aunque Wooseok fue el que apareció frente a ella, pero incluso él parecía indeciso sobre el por qué o su propósito en cuanto a hacerlo.

Durante los años que Jiwon ejerció su profesión, también llegó a desarrollar una gran intuición y empatía, por lo que pronto entendió que Wooseok necesitaba ayuda pero no sabía cómo pedirlo, y en cuanto a por qué la buscó a ella, fue seguramente porque no tenía a nadie más a quien acudir.

Desde la primera vez que conoció al par de omega y Alfa, Jiwon había tenido un impulso natural por cuidarlos. Tal vez porque ya había visto muchos niños cuyos ojos reflejaban las vivencias crueles por las que habían atravesado, y dado que también poseía una naturaleza maternal, quería ayudar tanto como le fuera posible a este par.

Sin embargo, se preocupaba de que ya no hubiera mucho que hacer.

Jiwon extendió su ayuda, habilitó el sótano de su casa y ayudó a Wooseok a investigar sobre los pocos casos estudiados de desviaciones. Habían sido optimistas al respecto, pensaron que con la experiencia de Jiwon y el talento de Wooseok, definitivamente podrían hacer algo, pero todos los intentos fallaron.

Ambos sabían que cuanto más tiempo Seungyoun permaneciera en ese estado, más difícil sería ayudarlo, porque incluso si aún tenía conciencia humana en él, se perdería poco a poco mientras estaba en su forma de bestia.

Además, lo que más le preocupaba era el hecho de que era imposible que a estas alturas la manada Greed no conociera el paradero del Omega desertor. Mantener a una bestia desviada en secreto era ilegal, por lo que en cualquier momento una división de Greed podría aparecerse para llevarse al tigre, y no sabía cómo iba a reaccionar Wooseok en el estado mental caótico en el que estaba.

Jiwon sabía que, si no habían logrado acceder al inconsciente de Seungyoun cuando Wooseok estaba en plena condición, mucho menos podrían ahora que el omega estaba frustrado y mentalmente roto y fatigado.

—Otra vez. —Wooseok murmuró, pero llevándose una mano al rostro debido a la migraña—

Los símbolos y matrices volvieron a activarse, pero el brillo que emitían era inestable y opaco, apenas lograba inducir al tigre a dormir.

Jiwon apretó los labios y se acercó cuidadosamente, se arrodilló al lado de Wooseok y le dio unas palmaditas en la espalda.

—La comida está lista.

Wooseok negó.

—Ahjumma, ya te dije que no necesito comer, yo---

—Puedes producir todos los nutrientes por ti mismo ya que tu nivel de manipulación de energía es tan magnífico, sí sí, ya me lo has dicho, pero no veo que puedas producir nada de eso en este momento.

Era un hecho de que en las últimas dos semanas, Wooseok estaba perdiendo peso, las ojeras bajo sus ojos crecieron y su piel se veía tan delgada como una hoja de papel, luciendo muy enfermizo.

JADE (SeungSeok)Where stories live. Discover now