EDA Con lo que paso ayer con Serkan me sentí rara. No sabía si estaba enfadada o realmente sentí algo.
¿pero que estás diciendo Eda? digo en mi cabeza. No, no y no. Solo fue un beso y ya está, no habrá que darle más vuelta. A partir de ahora como si nunca hubiese pasado.
De camino en coche a la oficina como de costumbre paso por la cafetería a por el café mañanero.
Los pensamientos me venían a ratos y se esfumaban cuando pensaba en otra cosa. Maldito seas Serkan justo ahora tenías que aparecer en mi vida.
Llegando a la oficina saludando como siempre a todos.Estaba bastante nerviosa de verle ya que ayer puede que me pase con él y la verdad estaba bastante cabreada en el momento.
A las chicas no les conté nada, aunque como cotillas tarde o temprano lo sabrán.De momento es mejor no levantar sospecha.
Entre en mi despacho y comencé con los últimos planos que hay que entregar en 3 días y para ser sincera todavía queda mucho trabajo, espero que con la ayuda de Serkan lo puedo terminar lo antes posible, aunque pensando mejor no creo que debo tenerle cerca.
Y ahora que lo pienso, Serkan todavía no está en la oficina.Con lo puntual que es, se me extraña un poco que no haya llegado.
—Hey Eda–entra Melek en el despacho–¿Que tal estás amor?
Dejo el lápiz en el cual estaba dibujando el plano.
—Pues con mucho trabajo y la verdad que estoy cansada–digo resoplando.
—Te entiendo, mucho trabajo tienes últimamente.Deberías pedir ayuda a alguien que sepa de arquitectura–dice elevando las cejas.
Sabía por donde iba, no caería en su juego de contarlo.
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—Melek ni se te ocurra decirlo ni mencionarlo–le apunto con el dedo.
—¿Ha pasado algo entre vosotros?porque ayer os noté raros a los dos cuando volvisteis de hablar–dice dando una vuelta alrededor de mi silla.
Se que me quiere sacar información pero resistiré.
—No, la verdad que no paso nada. Solo hablamos y le dije las cosas claras de como me gusta manejar mi empresa–digo tragando en seco.Quería parecer hablar lo más tranquila posible.
–Sospechoso pero te creo, eres mi mejor amiga sino ya me lo hubieras contando.–sonríe dándome un abrazo.
