CAPÍTULO(2)

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Los días pasaron y la verdad olvidé por completo todo del trabajo. Por fin pode desconectar un poco. Estos días salí con mis perritos, visité algunas familias.

Las chicas me contaron que irían de visita a su familia y pasarían tiempo con ellos. Y pensar que mi familia podríamos estar juntos pero esa idea es imaginaria mía.

Suspiro y cojo el teléfono. Tenía un mensaje de Marx para quedar hoy en la cafetería de Lous. Sonríe. Este chico siempre sabia cómo sacarme de mis pensamientos.

Le dije que si y me preparé. Tenía que ir a un lugar primero y luego quedaría con el.

Queda 1 día para la presentación y estaba de los nervios. Tengo que reunirme con mis abogados y firmar algunos asuntos.

Llegue a la oficina y salude a la recepcionista que ya la conocía. Me dijo que esperase en la sala y cojo asiento y espero.

Mientras tanto me puse a leer algunas revistas de basura que había sobre la mesa, no me puedo creer que la gente lee estas cosas. Deje en su sitio la revista y de la sala salió un hombre.

—Ya puede entrar señoría Eda, lo siento por la espera–Se disculpa el señor Marián, uno de mis abogados.

—Tranquilo no estuve mucho tiempo esperado–Sonrió entrando en la sala.Me senté en una silla que tenía enfrente de su escritorio.

—Bueno–mira unas carpetas intentando buscar algo—Aquí está.Señorita no le robare el tiempo–Dice abriendo la carpeta—Solo tiene que firmar estos papeles para grantizar que el proyecto estará en sus manos, cualquier riego conlleva a usted, ¿Creo que es conciente de ello ?–me mira con el seño fruncido.

Asiento con la cabeza y suspiro. Cojo un bolígrafo y firmo las hojas. Esto es muy importante para que todo vaya bien, si algo sale mal correré el riego de perder la empresa.

—Gracias señor Marián–sonrío entregando el expediente–Si me disculpa tengo irme– nos levantamos al unísmo.

—No hay de que señorita Eda, estaré con usted en la presentación y todo irá bien–extiende la mano y lo estrechamos.

Asiento sonriendo y salgo de la sala. Cojo el coche y lo conduzco hasta la cafetería de Lous. Cuando ya está Marx sentando.

—Pero buenoo–me acercó al él riendo–No me digas que te cortaste el pelo–le toco revolviéndole el pelo.

—Quería estar guapo en la presentación–me da dos besos—Mientras que tú...–Me mira de arriba a abajo—sigues siendo la misma, pero cada día más guapa.

Nos reímos los dos y nos sentamos en la mesa. Me pedí una batido de fresa y Marx como siempre un zumo de melocotón.

Empezamos a hablar de cosas del trabajo, luego de nuestras tonterías de la uni. Recuerdamos cuando saltamos por la noche a la uni para robar el examen del profesor Matheo que casi nos cuenta nuestra carrera, pero lo logramos.

—Te acuerdas de la cara que puso el guardia cuando pensó que había un fantasma en la sala–Marx hace señas como si fuese un fantasma. No podía parar de reír.—Creo que tienes las sonrisa más bonita del mundo–Dice quitando un mechón del pelo de mi cara.

Me acomo en la silla inclinando un poco para atrás, le sonrió y cogí un trago del batido.

A ver no me incomodaba Marx solo que a veces me tiraba de la lengua y no es que no me guste, el chico es guapísimo y seguro que tiene a muchas de tras.

Solo que nuestros gustos son diferentes y la convivencia con el sería difícil. Le rechaze un par de veces y le dije claro que no quería ninguna relación con él y en eso quedamos. Somos amigos y socios juntos.

Estuvimos hablando un poco hasta que decidí irme a casa, necesitaba relajarme con un baño y repasar todo antes de mañana.

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Me alegraría que votáis porfi así me ayuda seguir escribiendo🥺😍

UN GUARDIAN PARA MI CORAZÓN Where stories live. Discover now