Capítulo 57: ¿Por qué no?

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Todos los que estaban escuchando estaban desconcertados, intrigados y preocupados. Logan miró a Charles echo una furia.

-No me lo esperaba de ti, Charles... - murmuró Logan entre dientes.

Logan dio media vuelta y se percató de la presencia de todos, pero eso no le impidió seguir con su camino. Todos le dieron paso rápidamente, y este se fue a paso ligero hacia su habitación. Cuando llegó, se sentó en el borde de la cama y echó un largo suspiro, intentando no dejar escapar ni una sola lágrima. Apretó fuertemente los dientes, respiraba mientras tenía la mirada entrance. Unos lentos pasos sonaban cada vez más cerca de su habitación. Era Tormenta.

-Logan... - lo llamó preocupada. - ¿Qué ha pasado?

No respondió, solamente cogió la carta y se la entregó. Tormenta, confusa, la cogió y comenzó a leerla. Logan ya veía borroso, no le importaba que Tormenta lo viera llorar. Mientras Tormenta leía la carta, se tapó la boca con la mano. Al terminarla, miró a Logan, quién dejó caer las lágimas.

-Logan... - murmuró ella muy preocupada por él. - Pero... ¿por qué?

-En la carta lo dice... - murmuró Logan al fin. - Tiene miedo. De que alguien de nosotros salga herido por su culpa.

Tormenta estaba boquiabierta, sorprendida por el acto de Janette. Logan se levantó de la cama e intentó decir:

-Todo parecía ir bien...

Tormenta lo miró con plena empatía y le acarició el rostro.

-Y todo porque... esos cabrones siguen vivos. - masculló Logan.

Tormenta miró los ojos apenados de Logan, y tuvo el acto reflejo de darle un abrazo para animarlo. Una brazo que al principio no correspondió, pero lo hizo porque si no, las lágrimas saltarían.

-¿Qué ha pasado? - apareció Kitty preocupada.

Tormenta y Logan se separaron para mirarle, y Kitty pudo ver el rostro apenado de Logan, cosa que hizo que este se girara hacia un lado para que no lo viera más.

-Dios, Logan, ¿estás bien? - se acercó Kitty.

Tormenta la cogió delicadamente del brazo impidiendo que se acercara más.

-Dejémoslo sólo... - murmuró Tormenta, y Kitty asintió algo confusa.

Cuando Logan estuvo solo en la habitación, lo primero que hizo fue estirarse en la cama.

-¿Por qué, Janette...? - susurró.

Logan no quería hacerlo, pero una lágrima se escapó. Estaba experimentando unas emociones que sabía que nunca había sentido: la perdida de un amor. Logan pensó y recordó la última vez que habló con ella.

Estaban estirados en la cama y, antes de ponerse a dormir, Logan le preguntó:

-¿Qué has deseado al soplar las velas?

Janette lo miró sonriente y le respondió:

-Si lo dijera, no se cumpliría...

-¡Eso es un cuento chino...! - espetó Logan bromeante.

En ese momento, Logan se acercó más a Janette y la miró de arriba a abajo y le pareció atractivamente sexy, y le dedicó una sonrisa ladeada.

-¿Por qué pones esa cara? - preguntó Janette sorprendida al verlo.

-Te veo... - hizo una pausa para mirarla a los ojos. - Sexy...

-Si un pijama que parece de una niña de diez años es sexy, entonces está bien. - bromeó Janette.

Logan le dedicó una sonrisa y le volvió a preguntar:

-Va, dime qué deseaste.

-¿Si te lo cuento, me dejarás dormir? - arrastró la voz bromeante.

-Mmm... Ya veremos... - bromeó Logan.

Janette lo miró de reojo y suspiró fingiendo estar cansada de él.

-Desee no olvidarte nunca.

Logan alzó sorprendido y le dedicó una sonrisa.

-¿Por qué desear eso? - murmuró Logan acariciándole una mejilla.

-Por si acaso...- sonrió Janette.

Logan le dio un beso en los labios y le deseó buenas noche, al igual que ella a él.

Logan se sentía perdido, como si de golpe le hubieran arrancado el corazón. Estaba por salir a buscarla estuviera dónde estuviera. Espera... ¿por qué no?

Una mutante nueva (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora