Color de rosa

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No me puedo quejar, mi cumpleaños fue mejor de lo que lo esperaba. La fiesta sorpresa estuvo increíble y la disfruté a tope. Además de que estoy feliz de por fin ser novia de Abraham.

Luego de la fiesta no pasó nada relevante, los días pasaron rápidamente entre el estudio y una que otra salida. Abraham lugo de pedirme ser su novia a veces se comportaba muy amoroso y otras un poco distante.

Yo por otra parte a veces me sentía agobiada por él, no estoy acostumbrada a una relación y me está costando un poco, así que de vez en cuando nos damos nuestro espacio. Pero eso sí, no me arrepiento de haberle dicho que si aquel día, cada día que pasa lo voy queriendo un poquito más.

Los problemas no finalizaron, Vanesa trató de separarnos varias veces pero por suerte ninguna fue exitosa y por otro lado teníamos a Damián al acecho.

Traté de acercarme a él con la excusa del estudio y los trabajos que teníamos en común y he notado que no es tan malo como parece, no sé si lo finge o es que de verdad se siente cómodo de expresarse tal cual es conmigo.

Estoy empezando a sentirme bien con su presencia, pero no se me olvida porque me acerqué desde un comienzo y sigo tratando de averiguar lo que trama.

Actualmente nos encontramos en el aula realizando nuestro último examen para darle comienzo a nuestras esperadas vacaciones de verano.

Como es de esperarse Abraham planeó irnos una semana a Hawái por nuestro segundo mes de novios. Yo me negué cuando me lo contó porque todos los gastos corren por él y no quiero ir sin aportar nada. Pero como él ya me conoce ya había comprado los boletos y reservado el hotel antes de decirme así que no pude oponerme.

Luego de esa semana iríamos con mi familia para que lo conozcan en persona y pasará un tiempo conmigo. Luego cada uno se quedará con su familia y no nos veríamos más hasta el próximo curso.

Suena la campana y el profesor pasa recogiendo los exámenes. Pasa por mi puesto y nada más al retirarlo me levanto en dirección a la puerta. Lo primero que resivo al llegar al pasillo es un fuerte abrazo de Abraham que me agarra desde atrás por la cintura y en frente mío tengo a todos los chicos.

- No puedo creer que al fin llegaron las vacaciones - dice Sasha muy emocionada

- ¿Tanto las deseabas? - le pregunta Adam con puchero. - ¿es que ya no me soportas?

- Claro que no. Yo solo quiero librarme de la escuela no de ti - le dedica una bella sonrisa de enamorada.

- ¿Carla tú que harás ahora en las vacaciones? - interrogo

- Pues, no sé. Mis padres están en Cuba así que supongo que me quedaré aquí hasta que empiece el cole de nuevo.

- ¿Estarás sola aquí? Ah no, eso no pasará. Te vienes conmigo a casa de mis padres.

- No quiero ser una molestia. Pero gracias

- Nada de gracias, vendrás conmigo. No te dejaré sola aquí.

- Amor recuerda que nos iremos por una semana a Hawái - me recuerda Abraham

- Bueno yo también quiero ayudar, así que mientras ustedes disfrutan de su nidito de amor Carla se viene conmigo a mi casa y ya cuando ustedes regresen viaja para la tuya - habla Sasha dirigiéndose a mi

- Perfecto, por mi esta bien - le dije

- Gracias chicas, son las mejores - habla esta vez Carla.

En ese momento nos emocionamos y nos damos un abrazo grupal las tres. Los chicos interrumpen la escena y nos vamos todos a hacer las maletas.

Nosotros nos vamos directamente de aquí a Hawái en un vuelo mañana por la mañana. Pero los chicos se van hoy, incluyendo a Carla y Sasha que se quedan aquí mismo.

Perdida en el mundoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant