Perdida en el mundo

Vida nueva

Me encuentro bajando del avión y lo primero que hago es apreciar el paisaje. La madre patria, España es un lugar precioso. Bajo las escaleras y me adentro al aeropuerto, de pronto ciento que alguien me llama:

- "Alexandra Sanz"! - preguntan a mis espaldas.

Me giro y me encuentro a la persona que me viene a recoger junto a otros estudiantes.

- Si, soy yo - le digo mirándola. Es una mujer mayor de unos 40 años muy linda morena y de buen cuerpo.

- Hola, me llamo Sandra y soy la encargada de llevarte al igual que al resto de los chicos a la Universidad. Vamos nos están esperando para irnos - dice y empieza a caminar. Yo solo la sigo.

Mientras camino voy pensando "hoy empiezo de cero" y una sonrisa se dibuja en mi cara. Llegamos a afuera y me encuentro con una caravana llena de jóvenes. Nos montamos en el auto y arranca llevándonos a nuestro destino final.
Solía vivir en Cuba con mi familia, mis abuelos eran españoles y se fueron a vivir a ese sitio, después nacieron mis padres y después mi hermano y yo que por herencia somos españoles. Así que decidí que cuando terminara el pre universitario me iría con una beca a estudiar a España.

Pretendo graduarme de diseño industrial, conocer personas nuevas, conseguir trabajo, comprar mi casa y traer a mi amiga a trabajar conmigo.

Pues como verán he tenido una vida muy interesante no me puedo quejar desde que tenía 3 años tuve a mi primera mejor amiga, pero con el tiempo nos alejamos un poco, aunque seguimos llevándonos bien. Solo la veía los fines de semana ya que sus padres se habían separado y se fue a vivir con su madre.

Pero el tiempo pasó y cuando entré a la secu conocí a alguien, la mejor amiga que podré encontrar, Samanta. Desde ese día somos inseparables ya hasta la considero mi hermana. Y es con esta personita con la que quiero estar toda mi vida, las hermanas inseparables.
Me fui dejándole en claro que me la hiba a llevar pronto conmigo y bueno mis padres se quedaron pero decidieron que dentro de poco también se vendrían conmigo a vivir.
De mi hermano lo único que os contaré es que no me llevo muy bien con él, vaya que no ligamos, somos como el agua y el aceite. Él ya es adulto y tiene una niña Naomi, mi sobrinita de 3 años.

Llegamos a la Universidad y salgo de mis pensamientos.

El edificio es hermoso, una construcción antigua pero con toques modernos, tiene un extenso terreno donde más atrás a la izquierda se encuentra el edificio donde están los dormitorios y además cuenta con una excelente cancha para realizar deportes con gimnasio incluido.

Sandra nos enseña a todos el lugar y después nos muestra cuáles serán nuestras habitaciones.
Las habitaciones son compartidas. Entro en mi habitación y me encuentro a mi compañera Carla, la típica chica de un excelente coeficiente intelectual de la que todos se burlan.

- Hola mi nombre es Alexandra pero me puedes decir Alexa - me presento - yo seré tu compañera de cuarto.

- Hola yo soy Carla. Mucho gusto - me dice con una sonrisa.

El cuarto tiene dos camas muy cómodas, una por cada lado y entre ellas una mesita de noche con una lámpara de mesa. Al otro lado dos mesas de estudio uno para cada una. Y en frente un ventanal de cristal con un balcón con vista al patio de la escuela.

El edificio está estructurado por tres plantas todas de habitaciones para todos los estudiantes. En la primera planta se encuentran los baños separados. Pero en la segunda y la tercera (que es en donde se encuentra mi cuarto) los baños son mixtos.
El instituto se encontraba en las islas Canarias y era un gran complejo estructural donde conviven estudiantes de distintas carreras.

Después de dar un recorrido por el área decidí desempacar todo y después llamé a mi familia por una videollamada. Hable con mi madre y mi padre y les conté como me fue en el viaje y como era la escuela. Al colgar decido hablar con mi amiga.

**Carla en la imagen**