Bad girl parte III

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Me despierto con un peso muerto encima y un calor terrible, al abrir los ojos me doy cuenta que tengo a Abraham encima de mi con su rostro en mi pecho, una mano alrededor de mi cintura y un pie cubriendo los míos.

Ufff tengo mucho calor.

Soy de las personas que no soportan el calor, el sudor corriendo por mi piel, uff es horrible, prefiero el frío, te mantiene fresca.

Trato de salir de ahí como sea pero sin despertarlo, la verdad es que soy experta haciendo eso.

Verán cuando era niña mi mamá me obligaba a dormir después del almuerzo, yo obviamente lo odiaba pues a esa hora nunca tenía sueño, así que nos acostábamos en la cama y cuando se dormía me hiba sin que se diera cuenta y nunca logró pillarme. Así que aplique el mismo método, por suerte con éxito.

Fui directo al baño y me asee y luego cogí rumbo a mi cuarto. Abrí la puerta con miedo de lo que me hiba a encontrar adentro pero por suerte no había nadie entre esas cuatro paredes, solo yo.

Aprovechando que estaba vacío me cambié de ropa, pero cuando me estaba terminando de peinar recordé una cosa:
si ayer habían dos personas en este cuarto y yo me había ido a dormir con Abraham, ¿Donde durmió Carla?

Ohh Diosss míooo Carla

Y sin pensarlo dos veces salí como una loca a buscarla.

¿Como me pude olvidar de ella? Por diosss soy una pésima amiga.

Fui abriendo puerta por puerta hasta que la encontré durmiendo con Sasha en su habitación y no había ni rastros de Nicolás.

Al verla me tranquilize un poco y decidí bajar a la cocina, bajando las escaleras tuve una vista panorámica de como quedó la casa después de semejante fiesta y el desaparecido de Nicolás apareció dormido en el sofá con una botella en la mano.

Entré por fin en la cocina después de realizar malabares para llegar de la cantidad de borrachos y personas dormidas que habían y empecé a preparar el desayuno.

Mientras hacía tortitas de vainilla una personita me abrazó desde atrás pero por su aroma sabía perfectamente de quien se trataba.

- Vaya, que madrugadora resultaste - me dice Abraham bostezando.

- Buenos días para ti también - le dije - pero que sepas que si estoy despierta es por culpa tuya.

- A sí.

- Si, me dabas demasiado calor y yo no soporto el calor así que me despertaste.

- No sabes cuánto lo siento - se burla.

- Si te sigues burlando, no te voy a dar desayuno. - dije mientras le daba vuelta a las tortitas.

- Vale, vale - y se alejó de mi para sentarse en la isleta de la cocina y observar lo que hago.

Termino las tortitas y le pongo un plato con dos delante a Abraham y el pomo de miel por si le apetece.

Mientras come voy picando fruta y de paso hago un licuado con leche y fresas. Después me siento a su lado a comer y pongo dos vasos de licuado, uno para cada uno.

- Deberías echar a toda esa gente ya de aquí casi no puedo llegar a la cocina - le digo.

- No te preocupes Nicolás se está encargando de eso. - respondió tranquilamente, a lo que no le pregunté más nada.

- Buenos díiiiaaaassss - llega Sasha muy emocionada y detrás viene Carla con una cara de horrores.

- Buenos días chicas - dice Abraham

Perdida en el mundoWhere stories live. Discover now