Indecisiones

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Abraham
Desde el momento en que pisé el freno Alexa salió del auto directo a la orilla. Yo me voy a saludar a los chicos.

- Hey chicos

- Que onda hermano? - me dice Jake y chocamos puños.

- Oye bestia donde dejaste a nuestra Bella - esta vez Marcos es el que habla.

- Esta por ahí - le digo señalando en su dirección.

- Parece que nos ignoran - le habla Adam a Marcos.

- Eso parece hermano - fue su respuesta.

Nos dirigimos todos a la playa, yo me quedo buscando un lugar en donde dejar las cosas y que sea adecuado para acampar ya que pasaremos la noche aquí.

El único que se queda a ayudarme es Jake, el resto entra al agua y veo a lo lejos como todos saludan a Alexa y como Marcos la abraza.

No me molesta porque se que para Alexa se a vuelvo un amigo igual que ella para él.

Luego de dejar las cosas listas para la acampada entro al agua a donde están los chicos con Jake siguiéndome los pasos y nada más me acerco Vanesa se me tira encima. Noto la mirada asesina que le dedica Alexa.

Odio que haga eso, le he dicho un millón de veces que no quiero nada con ella pero insiste.

La separo y trato de acercarme más a Alexa.

Nos la pasamos increíble, hacemos varios juegos y salimos al atardecer.
En todo este tiempo Alexa no se a separado de los chicos, cuando no estaba con Marcos era con Adam o Nico.

No puedo negar que me sentía un poco celoso porque quería tenerla solita para mi.

Preparamos la fogata y luego nos sentamos todos alrededor de ella. Jake sacó la guitarra y empezó a tocar. De la nada escucho a Alexa y a Sasha cantar, aunque no es la primera vez que la escucho me sigue impresionando su voy tan bonita.

Un rato después las veo a las dos bailando y el resto de las chicas y los chicos la siguen. Me acerco a ella y le digo en el oído:

- No me has mirado en todo el día.

- Como si no hubieras tenido suficiente de mi todos estos días. - me responde

- Nunca me canso de ti

Me fijo en como le cambia la cara y se que le ha encantado lo que he dicho porque se está mordiendo el labio inferior y ni siquiera se ha dado cuenta.

Bailamos un buen rato y lugo de comer sentados frente al fuego, me levanto e invito a Alexa a un paseo.

- Quiero mostrarte algo. - la agarro de la mano y caminamos juntos hasta llegar a nuestro destino.

- Esto es hermoso - dice al ver la pequeña casa de campaña improvisada que he hecho con unas excelentes vistas al cielo estrellado.

Entramos y nos acostamos a contemplar las estrellas hasta que me volteo a verla a ella.

Estoy algo indeciso, por un lado quiero alejarme y seguir siendo el mujeriego de siempre al que no le pueden romper el corazón y que siempre destroza a más de uno pero por otro quiero abrazarla y no soltarla nunca.

Quisiera ser su amigo, novio y confidente. Compartir sus travesuras y locuras. Pero hay algo que me detiene y no sé qué hacer. Seque estoy perdidamente enamorado pero no quiero que me rompan el corazón.

Sin darme cuenta ella me estaba mirando también.

- ¿En que piensas? - me pregunta

- En lo difícil que se me a vuelto estar lejos de ti.

Me dedica una sonrisa y luego se acerca para besarme.

- A mí me pasa lo mismo - me dice durante el beso.

Al escuchar esas palabras salir de su boca la acerqué más a mi mientras profundizaba el beso y cuando me doy cuenta ya está encima de mi a horcajadas y sus manos viajan por debajo de mi camiseta.

Me giro dejándola debajo de mi. Sin perder tiempo le quito la blusa y empiezo a besar su cuello.

- Esta vez no me dejes marca - me avisa a lo que yo sonrío

- Y ¿Por qué no? - le hago una pregunta retórica mirándola a los ojos

- Por qué se me nota demasiado y todo el mundo la vería

- Eso quiero, que todo el mundo sepa que eres mía.

Continúo con lo que hacía anteriormente recibiendo jadeos bajos como respuesta. Ella sigue el recorrido de toda mi espalda con sus manos por debajo de mi ropa y empieza a quitarla despacio. La ayudo sacándola por completo y volvemos a besarnos.

Le quito el short que traía puesto y ya solo la tengo en biquini. Le safo la parte de arriba y empiezo a jugar con sus senos. Me llevo uno a la boca y acaricio el otro con las manos.

Baja una mano a mis nalgas y las aprieta a lo que gruño. Nunca he dejado que otra mujer me toque las nalgas pero con Alexa no me incomoda, me excita.

Le saco de una vez por todas la tanga y empiezo a jugar con su clítoris.

Comienza a soltar jadeos incitandome y le meto dos dedos que empiezo a mover en sincronía con los círculos en su manojo de nervios.

Empieza a jadear más fuerte y con sus pies comienza a bajarme en short de playa que traigo puesto.

Le doy lo que pide y me lo quito dejando ver mi potente erección. Al verla se lame los labios y con una mano agarra mi miembro y lo posiciona en su entrada.

Me muevo hacia delante bruscamente introduciéndolo completamente y luego de unos segundos comienzo un bombeo que provoca nuestros gemidos.

Me ciento bien cuando estoy con ella pero no quiero avanzar más, se que tengo que dar el siguiente paso pero tengo miedo.

Alexa
Abraham se encontraba encima de mi bombeando con fuerza, llenandome por dentro y envueltos en sudor y gemidos.

Me encantaría estar así para siempre con él. Pero sé que eso es imposible. Me gusta mucho y no lo puedo negar y me molesta cuando otras chicas se le acercan o lo miran y no debería, no somos nada pero no puedo evitar los celos.

Nunca he tenido novio, no le voy a mentir, no soy buena para las relaciones. Toda mi vida he preferido tener amigos con derecho o relaciones de solo sexo. Jamás he vinculado mi corazón porque una vez fue dañado por alguien y me prometí no sufrir por nadie nunca más.

Puedo llegar a ser fuego puro pero con la misma facilidad con la que me prendo puedo volverme un témpano de hielo. He congelado mi corazón hace mucho tiempo y ahora siento que se esta derritiendo capa por capa y no quiero que eso ocurra.

He intentado alejarme de Abraham pero no puedo, o mejor dicho, no quiero.

Mi mente y mi corazón están en guerra y hasta que no encuentren la calma no sabre que hacer.

Abraham se corre dentro de mi y luego de dos embestidas más llego al clímax en uno de esos profundos orgasmos que solo él ha logrado hacerme sentir.
No sé que va a pasar entre nosotros pero ya no hay vuelta atrás así que solo queda ver que nos espera.

Nos vestimos y nos quedamos acostados unos encima del otro, esta vez yo soy la que tiene la cabeza en su pecho y él se entretiene acariciando las puntas de mi cabello.

- No sé que me estás haciendo - dice en un susurro.

No respondo a eso y sigo mirando las estrellas, hoy hay luna llena y la noche está más linda que nunca.

- ¿No vamos a volver con los demás? - decido hablar.

- No, a menos que tú quieras. Podemos pasar la noche aquí.

- Entonces está bien.

Me acomodo quedando boca arriba y utilizo una de las almohadas que hay.

- Buenas noches Abraham.

Se acerca a mi y se recuesta en mi pecho como niño chiquito.

- Buenas noches.

Nos quedamos dormidos en esa posición, juntos bajo la luna.

Perdida en el mundoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें