Fiestas navideñas

57 17 17
                                    

Me levanto pensando en la cena de noche buena. Mis padres prepararon una pequeña fiesta al modo cubano. Hoy Carla probará por primera vez la comida criolla que hace mi madre.

Estos últimos días hemos conocido la ciudad y Carla ya se llava de maravilla con mis padres.

Me visto con unos jeans, un hoodies y para terminar de completar unos vans.
Salgo del cuarto y la casa es un desastre de personas por aquí y por allá. Bajo las escaleras y me encuentro a mi amiga con mi mamá.

- Buenos días - digo acercándome a mi mamá y dándole un beso en el cachete.

- Hola mi princesa - me saluda mi mamá.

- Buenos días Ale - esta vez habla Carla.

- ¿Qué es lo que hacen? - me entra curiosidad al verlas con un montón de telas blancas.

- Pues, estaba poniendo las cortinas y el mantel para esta noche y tú amiga se brindó a ayudarme - respondió mi madre.

- Entonces las ayudo también.

- Vale, pero con esto no mejor ve con tu padre a buscar las compras.

- Ok.

Sin más voy en busca de mi padre y lo encuentro en el garaje con el carro.

Mi papá es experto en coches, es capaz de convertir una chatarra vieja y oxidada en un carro de último modelo, lo que vuelve inevitablemente que cada vez que vea una fisura valla a repararla.

- Papá mi mamá me mandó a ir contigo de compras - le informé

- Vale, déjame terminar de quitarle el pequeño óxido que tiene aquí y nos vamos.

- Ok.

En menos de cinco minutos termina y nos vamos a la tienda con una gran lista que me dio mamá antes de arrancar.

El súper está un poco aglomerado hoy pero realizamos las compras sin problemas.

De regreso me doy cuenta de algo

- Hay papi se nos olvidó el ají. Ya sabes que mamá no puede vivir sin él.

- Jajaja, bien ya volvemos para que lo compres.

El trayecto de ida y vuelta es corto pero se alarga un poco más al tenernos que regresar por mi pequeño descuido.

Al entrar ya la casa estaba lista para hoy en la noche ya solo faltaba la comida.

Soltamos las compras en las isla de la cocina y mamá rápidamente empieza su rutina con emoción.

Después nosotros solo dejamos que ella haga la magia mientras decidimos hacer nuestras cosas.

Mi padre se sienta en la sala a ver televisión y Carla y yo nos vamos para preparar nuestro atuendo de hoy.

El tiempo pasa y se hace de noche. Me preparo y decido ponerme un vestido rojo pasión, de manga largas en forma de campana y un escote pronunciado. No es largo apenas llega cinco dedos por encima de las rodillas y lo complemento con unos botines de tacón alto de color negro.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Perdida en el mundoWhere stories live. Discover now