—¿Si acepto ir a tomar el maldito café contigo, me dejarás en paz? —lo miro.

—Por hoy, sí.

Di un fuerte suspiro y luego me levanto de mi sillón para tomar mi bolso, le hago señas a Dylan y ambos salimos de mi oficina con dirección hacia el elevador. Allí los dos permanecimos en total silencio para mi gran alivio debido a que ese idiota podía hacer cualquier cosa para molestar. Entonces al salir del elevador caminamos por el lobby de la empresa de mi padre.

Nos dirigimos a nuestros respectivos vehículos y finalmente condujimos hasta llegar al café más cercano. Y aquí estoy, bebiendo café y comiendo pan junto a Dylan.

—¿Ya puedo tutearte? —dice por décima vez.

—¿Sueles ser desesperante todo el tiempo? —el emboza una sonrisa mientras yo arrugo mi frente indicando que verdaderamente aquel idiota me estresa.

—No. Lo que pasa es que usted es muy difícil de convencer. Si solo aceptara coger conmigo todo sería diferente.

—No soy una mujer fácil, no me voy a acostar contigo si eso es lo que piensas—él se pone serio.

—¿Por qué no quiere? Está soltera prácticamente—ahora el rostro de Dylan era mucho más serio.

—Porque no quiero tirarme a mi futuro hermanastro y porque usted es un completo cabrón—él parpadea asombrado.

—¿Siempre eres así de grosera? —me mira atónito.

—No siempre. Usted es muy difícil para mantenerme paciente—ahora sonríe, pero que hijo de....

—Jessi, solo quiero conocerte mejor, aparte de cogerte, claro está—di un suspiro sabiendo que no vale la pena molestarse con este idiota.

—Sus métodos para llevar a una mujer a la cama son muy malos—le riño.

—Soy sincero, muchos hombres le hacen un mundo de fantasías a cualquier mujer para llevárselas a la cama mientras yo soy claro con lo que quiero sin darles un mundo de fantasías románticas—él bebe un poco de café y luego me mira.

—Su sinceridad es asombrosa, pero eso no te da puntos.

—Me gustaría ver cómo es su cuerpo y me encantaría que me muerda y me arañe sin ninguna piedad, aquello me resulta de lo más excitante—arqueo una ceja. Esta conversación se está saliendo del contexto.

—¿Por qué le gustaría eso?

—Porque de tan solo pensarlo hace que se me pare y que lo ponga bien duro—dice llevando sus manos a su miembro cubierto por su pantalón. ¡Madre mía! este hombre es un completo sinvergüenza depravado sexual.

—Creo que me tengo que ir—le digo un poco ruborizada mientras me levanto tomando mi bolso.

—¿Estás excitada? —pregunta mientras sigue tocándose—Porque puedo lograr que te corra sin tocarse—le eché una mirada de advertencia para que se detuviera.

—No, Dylan, lo que estoy es asqueada de verte haciendo eso—digo acomodando mi bolso—No creo que fue un gusto estar aquí, adiós—di media vuelta y me fui sin dejar que dijera algo.

Me regresé a la empresa pensando en qué diablos se había convertido eso y entré a mi oficina. Ya a dentro pude fijarme que Bart se encontraba sentado en la silla esperándome obviamente para que le contara que ha pasado.

—Dylan es un completo calienta bragas—le digo a Bart, él se echa a reír.

—¿Te gusta? —me pregunta interesado mientras vuelve a cruzar sus piernas.

—No, claro que no. Él es totalmente desesperante, odioso, pervertido, sincero, idiota y calienta bragas, es un completo cabrón sinvergüenza—Bart sonríe ampliamente mientras se acomoda en la silla.

—Y allí es cuando inicia una hermosa historia de amor donde habrá sexo y más—lo miré seriamente mientras miro mi celular—En fin. Sarah llamó y viene hoy, no se te parece algo extraño, Jessi—Bart entrecierra los ojos.

—¿Qué quieres decir? —lo miro curiosa por saber de qué está hablando.

—Tu hermano viene hoy, ella viene hoy, a la misma hora que tu hermano, ¿No crees que Ed y Sarah tenga alguna relación? —él se cruza de brazos.

—Si fuera así sería genial, lo siento, pero digo la verdad pequeño hombre homosexual—Bart pone los ojos en blanco mientras se cruza de brazos.

Entro casi corriendo a casa, emocionada por verme con mi hermano mayor, quien llevaba un tiempo afuera de la ciudad. De pronto veo a Ed con una sonrisa, oh mi hermano mayor, ojos color avellana, totalmente musculoso y alto, una sonrisa perfecta, su piel estaba un poco bronceada, cabello de color castaño con un corte típico americano dejando más cabello en el medio. Lo abrazo fuertemente, quiero tanto a este hombre.

—Hermanita, cuánto tiempo sin verte, estás guapa con este vestido, y wow debo de admitir que estás creciendo—me eche a reír por aquel comentario que siempre hacía.

—Jess, al fin llegas—nuestro padre aparece con una sonrisa— Hola, hola, al viejo no lo saludas, pero está bien—mi padre se hace el ofendido.

—No seas tontito papá—digo para separarme de Edy y darle un abrazo a mi padre.

—No lo puedo creer, mi padre se va a casar en unos cuantos días, Jessi se está divorciando, permitiste que Dylan viva aquí durante tu luna de miel, Papá. ¿Crees que sea lo correcto que ese hombre viva aquí? —Ed parece serio, extrañaba aquella mirada de sobreprotección.

—Claro que es lo correcto, es un gran hombre, él solo quiere conocer a Jessi y llevarse muy bien con ella—corrección, quiere conocerme en todos los sentidos físicos y solo quiere llevarme a su cama, nada más papito lindo.

—Me da igual todo, no te preocupes Ed, no voy a permitir que Dylan se pase de la raya, tú tranquilo y yo nerviosa—le guiño el ojo advirtiéndole que no le dejaré el camino fácil.

—Esa es mi hermanita—él me abraza sonriéndome orgulloso de mi.

❝Me asomé un poco más y desde lejos pude observar como el hermano mayor de Jessi la abrazaba. Apreté mi mano formando un puño lleno de enojo y odio, estúpido policía de mierda está aquí para fastidiar mi maravilloso plan, será más difícil hacerle daño a esta zorra de mierda. Respiré hondo para calmar mi ira interna, luego recuerdo quien soy, alguien que no permite que sus enemigos ganen, por lo que seguiré con mi plan y acabaré con todo el que se ponga en mi camino. ❞

Placeres y Venganza © *EN EDICIÓN*Where stories live. Discover now