Capítulo XII: Quiero que seas tú.

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"Tú, lo que soñé mi vida entera.

Quédate en ella,

Y hazme sentir."


Simón Lewis se encontró con una chica en su apartamento supuestamente vació.

Largo cabello dorado y gigantes ojos azules. Alta y de figura perfecta, resguardada en su traje de combate negro. Era el epítome de la belleza, y de no ser porque Simón esta mitad comprometido, mitad deslumbrado, habría dicho algo inteligente como "¿Qué haces en mi casa? ¿Vienes a matarme? ¿Me das tu número?"

Y no lo malentiendan, Isabelle Lightwood era a quien él quería, pero la misteriosa chica (que aún lo observaba curiosa) era el sueño de todo hombre.

–Hola –dijo ella, y hasta su voz era bonita. Suave y algo aguda. –Me llamo Anantares. Soy la prima de Elaine Bonnet, hija de la Muerte y Exsequor de los Jinetes del Apocalipsis.

–Yo...soy Simón. –Luego agrego –Solo Simón.

Anantares sonrió divertida –Bueno, "Solo Simón", alguien esta apunto de enviar demonios a asesinarte. ¿Te gustaría venir conmigo en lugar de sufrir una muerte asquerosa y llena de dolor?


*ºººº*ºººº*ºººº*


Risas, el Instituto estaba lleno de risas.

Clary despertó un tanto asustada, Jace a su lado aún dormía. No podía culparlo, había estado recibiendo visitas hasta tarde, tanto por Hermanos Silenciosos como por representantes de la Clave. Estos últimos solo querían respuestas sobre el paradero de Sebastián, y como siempre Jace se los negó.

No solo era el hogar de Jonathan, sino también el de Alec. Bajo ningún concepto permitiría que se acercaran a Alec y arruinaran lo que tenía en Suiza.

Pero de vuelta al inicio...risas. Hacía meses que nadie se reía en el Instituto, estaban llegando allí, pero no aún. Con cuidado, salio de su habitación y se encamino por el pasillo siguiendo el sonido alegre, y termino frente al salón de entrenamiento.

Se asomo sigilosamente y acto seguido, contuvo un grito.

Alec y Jonathan estaban entrenando. Más bien jugando, eso era lo que realmente hacían.

Porque para Alec sería tan sencillo escapar de Jonathan, aún así se dejaba atrapar, sus brazos envolviéndose automáticamente en el cuello de Jonathan y estrechándolo contra sí.

Porque para Jonathan sería tan sencillo derribar a Alec, declarándose ganador, pero siempre lo atrapaba. Narices rozándose, miradas encontrándose y entonces Clary sintió que estaba presenciando un momento demasiado íntimo, y donde ella no tenía cabida.

Dándose la vuelta, se decidió a irse y avisar a Jace e Isabelle lo que estaba sucediendo, cuando choco con siete personas en fila mirándola expectante.

Elaine la saludo con efusividad y una sonrisa. Estaba envuelta en un abrigo celeste, la única que usaba algo colorido, el resto estaba envuelto en trajes de combate oscuro, totalmente armados. La tal Viviane también estaba allí, seguía sin lucir feliz. Entonces solo quedaban cuatro extraños.

Dos (un chico y una chica) poseían el cabello castaño, ondulado y brilloso, ojos verdes, y una cercanía el uno del otro algo aterrador. Ella era un poco más baja que él, siendo la segunda e última del grupo más baja entre todos. Clary podía afirmar sin duda alguna, por su idéntico parecido y la forma en que se movían al unísono, que debían ser gemelos o algo así.

The Things I Forget (Jonalec)Where stories live. Discover now