.19. Matt.

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Esa noche solo pude dormir una o dos hora a lo mucho. Aunque no fui la única, luego de haberme tranquilizado regrese a mi habitación buscando descansar, pero escuchaba como Matt intentaba dormir, girando de un lado al otro en su cama. También durante toda la noche tuve la extraña sensación de que debía ir al acantilado, estaba segura de que Adara y Gabriel no debían estar contentos. Tendrían que esperar porque no pensaba dejarlo allí solo.

El aroma de mi café me anticipaba la buena elección que había hecho, el oscuro líquido se encontraba a una temperatura perfecta y el magnífico paisaje que había del otro lado del cristal de mi ventana, era un placer inigualable para mis ojos.

El sonido de unos pasos acercándose me hizo regresar a la realidad, voltee hacia la puerta donde Matt estaba entrando recién duchado.

- Espero que no te moleste, pero tome prestado algo de ropa que había ahí – me dijo él.

- No, está bien – le respondí y miré la playera negra y unos jeans oscuros, que le quedaban perfectos – Ven, desayunemos y luego iremos a caminar.

El desayuno transcurrió en sumo silencio por ambas partes, pero en todo momento sentía su mirada curiosa sobre mí. No podía enojarme ahora que sabía lo que era o creía saberlo y encima, mi último par de lentes de color se evaporaron durante la pelea de la noche y mis ojos eran imán para los suyos.

Lo invité adentrarnos al bosque, un sonido captó mi total atención. Desde los arbustos vi como su pelaje brillaba y se acercaba con gran alegría. Me preparé para su fuerte recibimiento, pero pasó por al lado mío y derribó a Matt de un solo salto, comencé a preocuparme por un momento, pero no lo estaba lastimando sino que lo estaba saludando a su manera muy peculiar.

- Ya Zoom, déjalo respirar – lentamente se alejó de él y se acercó a mí para que lo acariciara – Es extraño, no suele recibir a nadie así solo a mí, estoy sorprendida.

- Que simpático que es tu amigo – me dijo levantándose y secando su rostro cubierto de baba – Aunque prefiero que me reciba con baba y no con sus dientes, ¿Cómo se llama?

- Zoom, su nombre es Zoom.

- Al parecer te agrado Zoom – le dijo, se agachó para acariciarlo y el gigantesco lobo parecía que actuara como un cachorrito y Matt como un niño.

- Ven, sentémonos aquí, así estaremos más cómodo para que me interrogues – le dije señalando el tronco caído.

- Anoche cuando estaba en la cama, pensé en muchas cosas y obviamente que ahora que creo que sé lo que eres me cierran la gran mayoría, pero me surgieron muchas preguntas.

- Adelante, dispara – le dije resignada.

- ¿Qué eres?

- Soy una híbrida – le respondí.

- Me parece que tendrás que ser un poco más específica, ¿no crees? – dudas y frustración se reflejaban en él.

- Lo sé Matt, pero hay reglas que debo cumplir – le respondí.

- ¿Tendrás problemas por contármelo?

- En realidad, no... - lo miré y hasta ahí había llegado – Yo creo que merece la verdad, pero debes prometerme que no le dirás nada a otro ser humano porque las consecuencias podrían ser terribles, es tu decisión.

Se tomó su tiempo para pensarlo, se miraba las manos que no había parado de moverlas, después miró hacia el cielo despejado y suspiró, para luego voltear seguro hacia mí.

Guardianes de la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora