Guardianes de la Tierra

.3. Líder Novata.

Día a día el entrenamiento se tornaba cada vez más duro. Mis dones se desarrollaban más y más, al igual que mi temperamento. Tuve días difíciles, como cuando mi lado Oscuro salía a flote y tenía el fuerte deseo de destruir cosas. Prefería irme a lo más profundo del bosque para desahogarme de una forma u otra, sin dañar a nadie. Sam me recomendaba hacer meditación para relajarme y la mayoría de las veces funcionaba.

Para mi sorpresa, al misterioso libro había revelado sus primeros capítulos en donde hablaba acerca de cada uno de mis poderes. Podía correr más rápido que un tren bala, era cuatro veces más veloz que el resto de mis seguidores a la hora de volar. Mis alas podrían llegar a ser tan fuerte y resistente como el acero y poseía una rápida sanación. Todo era muy detallado y conciso, toda esa información era justo todo lo que necesitaba. Quien sea el que me lo había enviado, me había hecho un enorme favor.

Había transcurrido veintisiete días desde mi transformación. Mi relación con Sam se había fortalecido a base de nuestra confianza mutua. Luego de la primera semana de entrenamiento nos habíamos tomamos una tarde para conversar acerca de nuestras antiguas vidas.

Me dejó comenzar primero, pero de lo único de lo que le podía hablar, era acerca de mi familia. De cómo nos divertíamos en las vacaciones o como celebrábamos las navidades con los suéteres coloridos hechos por mi madre y sus comidas caseras. Que mi padre fue el que me inspiró a que siga sus pasos en la medicina y en cambio, mi hermano prefirió estudiar abogacía como nuestra madre y que él ahora estaba en su último año. Que el amor y el cariño en mi familia eran muy grande y fuerte, que siempre me sentía protegida por ellos, pero todo eso había terminado y aunque no quisiera, debía aceptarlo. También le hablé de Matt y lo que significaba para mí. Sam escuchaba cada una de mis palabras con mucha atención y comprendía mi dolor.

En cambio, su historia era muy diferente a la mía, ya que habían transcurrido doscientos cincuenta años desde que fue elegido. Me contó acerca de su familia, que se basaba en sus padres y sus tres hermanas menores. Cuando él tenía veinticinco años, la economía de su familia se vio afectada por la gran falta de ingresos. Así que, había decidido viajar a otra ciudad en busca de un mejor empleo, pero a solo cinco días después de su partida recibió una carta en donde le informaron que toda su familia, trágicamente, habían muerto en un incendio mientras dormían y que se desconocía la causa que lo inicio. De alguna manera sentía su dolor y para mi sorpresa su historia solo iba a la mitad. Tardó unos años en superar su dolorosa perdida y comenzar de nuevo. Había decidido empezar desde cero en una pequeña ciudad muy alejada de su antiguo hogar natal. Obtuvo un buen empleo, pero según él, lo mejor que le pudo haberle sucedido fue que en su camino se cruzara Sophie. Una dulce joven que le devolvió el sentido a su vida. Estuvieron tan enamorados, que un año después de su noviazgo Sam había tomado la decisión de proponerle matrimonio, pero lamentablemente nunca pudo hacerle la pregunta porque en el camino hacia la casa de ella, fue cuando lo eligieron y no pudo hacer nada al respecto. Y aunque él respeto la regla de no acercarse a ella, aun así la continuó observándola desde de lejos y vio con sus propios ojos, cómo noche tras noche ella lloraba desgarradoramente por él y que al cabo de un mes termino quitándose la vida. Eso lo destruyo completamente, porque no pudo llegar a tiempo para salvarla y en su espalda cargaba con esa culpa que lo carcomía lentamente. A demás de todo eso, también me comentó que siempre se cuestionó porque lo habían elegido como Guardián, cuando sentía que su destino estaba con los Oscuros.

Al parecer no era la única que había perdido mucho por esto, y podía apostar lo que sea que los demás Guardianes y Oscuros también tienen historias muy similares y, lamentablemente, muy trágicas.

Unos golpes en la puerta, hicieron que saliera de esa nube de pensamientos en la que estaba envuelta. Al girar vi a Sam asomándose.

- ¿Se puede?