.16. Advertencia.

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El domingo al atardecer en Alaska llegó más rápido de lo que esperaba. Michael me miraba de manera diferente al igual que el resto, aun no podía diferenciar si era por orgullo o respeto, o tal vez ambos y me provocaba una extraña y reconfortante sensación. Ellos fueron los primeros en entrar por el túnel y los seguí unos pasos más atrás, prefiriendo llegar sobre la hora para asegurarme de que ya estén todos, y por el gran bullicio que se escuchaba con gran claridad, estaba segura de que todos estaban presentes.

Al ingresar la gran multitud quedó en absoluto silencio e hicieron una reverencia hacia mí. Abrí mis alas y tomé vuelo.

- Gracias a todos por haber venido el día de hoy – comencé a decirles – Convoque está reunión por un asunto muy importante, estoy al tanto de que varios de ustedes han sido visitados por seres parecidos a los Oscuros.

- ¿Qué son? – me preguntó un Guardián.

- Demonios – le respondí y muchos sonidos de asombros se escucharon en el salón – Buscan iniciar una batalla para dominar la Tierra.

- ¿Ellos podrían ganar? – me preguntó con temor la pequeña Guardiana llamada Sara.

- Lo dudo mucho, si ellos necesitan de ustedes para que peleen de su lado es porque tienen en claro que no podrían ganarnos. A los que no han aceptado o no le han preguntado, quiero que sepan que no se arrepentirán de pelear a mi lado y deben recordar que hacemos esto por el bien de la Tierra, que es para lo que fuimos elegidos. Para hacer lo que es correcto y lucharé hasta conseguir la victoria o morir en el intento – mis palabras sinceras llegaron a muchos de ellos – También para lo que están presentes y aceptaron pelear de su lado, no me queda más que decirles que se irán al infierno junto con ellos. No voy a tenerles piedad, al menos que se arrepientan ahora, de lo contrario pagaran su traición con sus vidas.

Bien, eso tampoco se esperaba de mí, me fortalecía sabiendo que podía contar con la gran mayoría de ellos.

- Hay algo más, han comenzado a matar a gente inocente para darnos a conocer y me siento frustrada con no poder salvarlos. Pero están dejando notas dedicadas hacia mí y como nos dividimos todos por zonas, quiero que apenas suceda algo me avisen, tendré que intervenir de inmediato – me molestaba no poder hacer algo más que solo eso – Por último, quiero repetirles que si alguno de los Demonios los visitan, quiero que me avisen o si tienen cualquier tipo de información que también lo haga. Nuevamente, gracias por haber venido y apoyarme, quiero que sepan que cuentan con mi respeto, confianza y sobre todo, con mi protección.

Me sentía pésima y por demás presionada. Las miradas de todos posaban sobre en mí, lanzando su confianza sobre mis hombros y lo único que esperaba era no fallarles a ellos ni a la Tierra.

Lunes, comprendí porque la mayoría de las personas odiaban ese día. Había que volver con la rutina, aunque no sabía si en mi caso se podía decir que conseguía algún tipo de descanso o alguna rutina. Ese día en especial lo sentía diferente, las clases avanzaron muy lentamente y al parecer todo el mundo estaba de muy mal humor y obviamente, me incluía a ese grupo.

El mal genio se aferraba a mí con mucha fuerza sin ningún deseo de soltarme. Intenté no desquitarme con los que me rodeaban, pero me resultaba un poco difícil, aunque tanto Matt como Theo habían evitado hablarme demasiado desde que me vieron en ese estado. Fueron chicos listos, no quería tener una discusión sin sentido con ellos.

Debía esperar cinco minutos para marcharme de allí. No me molesté en saludar a nadie y me dirigí directo a mi auto, al mismo tiempo que Theo llegaba al suyo.

En unas horas comenzarían mis clases con Levram, aunque mi presencia continuaba en duda debido a que mi espada aún no había aparecido. Y sí, era por eso que estaba tan molesta.

Guardianes de la TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora