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(Editado: 19 — O7 — 2O23)

Centro de Lucelia-Hotel "The Forest"

—¡Carajo, te dije que a tu izquierda! — grito ella, ya con las cuerdas vocales desgastadas, mientras arremetía cuerpo a cuerpo con un infecto cualquiera.

— ¡No había salida! — contestó el joven acompañante, siendo perseguido por 2 de esos monstruos que parecían solo vivir en sus pesadillas.

Habían encontrado refugio en un pequeño hotel abandonado por la gravedad del momento, ya que la gran masa de personas que se dirigían hacia ellos resulto ser una horda de infectados descontrolados. Ellos no son protagonistas de alguna serie como "The walking dead" , solo intentan sobrevivir mas de lo que el universo les tiene determinado.

La chica le propino una ultima cuchillada a su perseguidor, sintiendo su estomago revolverse por la asquerosa vista ante sus orbes violeta. Trata de mantener su compostura, y gira hacia su amigo, quien se las ha arreglado para salir vivo.

Entonces su mente recuerda.

— ¿Dónde están Zee y Zuzy?

El observa sus alrededores, alzando ambas orejas, quizás buscándolas a ellas, quizás buscando más problemas.

— No lo sé — termina por decir, arrugando las cejas. — Creo que están arriba.

Zizzy subió rápidamente las escaleras, a la defensa y con arma en mano. Ahora lo mas importante para ella eran sus dos hermanas, puesto a que ya había perdido a demasiadas personas, personas que ahora solo ve en sus recuerdos. No quiere perder mas.

Busca, ya sintiéndose ansiosa, por los cuartos de hospedaje, abriendo de golpe cada uno y moviendo sus ojos con rapidez. Abre una puerta más, sudando frio, y las voces inundan su cabeza, haciéndola respirar otra vez.

— Te dije que así no era, dame eso — dice, quitándole la llave de quien sabe que, eso no era lo preocupante.

— ¡Lo estaba haciendo bien! — exclama, y luego volteo su cabeza para observar a su hermana mas grande. Entrecerró sus orbes, suspirando.

La joven entra a la habitación, relajando sus músculos tensados y dejando de pisar ruidosamente, para hacerlo de manera agraciada como una hermosa bailarina.

— ¿Ya terminaron? — pregunta Zuzy, con el tono mas trivial del mundo.

A ella se le estrujan los órganos.

— Si, es hora de irnos antes de que lleguen más de esas mierdas — responde demandante, haciendo una seña con la mano indicando a la puerta.

— Aja, ¿y tu novio? — pregunta la otra gemela, levantándose del pavimento frio. La mira a los ojos y le alza las cejas, demostrando desafío.

Entonces Zee deja escapar una risita.

— No es mi- , como sea — corta sus palabras, pasea su mirada por toda la habitación y se permite sentir la sangre viajando a sus pómulos. Refunfuña y termina por marcharse.

Ambas jovencitas se burlan de su actitud solo por unos segundos, luego, agarran sus pertenencias para seguirla y volver a su triste realidad.

— ¿Y ahora a donde iremos?, esas cosas salen de todos lados — la voz frustrada del peli castaño resuena por el pasillo. Deducen que ahora, él tiene una cara de asco.

— No sé, tú eres el cerebrito, yo la fuerza, tu planeas, yo golpeo — aclara, haciendo un ademán con su mano.

— ¡No empieces!, necesitamos un plan.

— ¿Y si seguimos buscando un refugio? — interrumpe la menor.

— No podemos ir de lugar en lugar como nómadas, Zee.

— Entonces reforcemos la seguridad en ese edificio — su otra hermana señala la construcción— parece tener buena estructura.

Los dos mayores se miraron y encogieron los hombros, al parecer una niña de 12 años había sido más lista que ellos dos. Y, analizándolo de verdad, el establecimiento no estaba tan mal.

Se acercaron cautelosamente al lugar abandonado, muy extrañados de que simplemente todo el mundo haya echo ¡poof!. No era posible, demasiado conveniente al tener en cuenta las ventajas de la locación.

— Si, podría ser un buen refugio — admitió Zizzy, antes de soltar un suspiro.

— Pero los infectados podrían derrumbar la reja — el otro muchacho no estaba del todo convencido.

— La reforzamos con tablas — dijo Zuzy. Pony no estaba muy convencido.

Pony lo pensó mucho, al final decidió aceptar, más por la presión de las tres hermanas que por decisión propia. No podía estar tan mal, además, ya no sabían a donde moverse.

— ¡Pido el cuarto más grande! — grito Zee corriendo hacia una habitación.

Zuzy corrió detrás de su gemela con una sonrisa.

...

𝐈𝐍𝐅𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 ★ zizzy x ponyDove le storie prendono vita. Scoprilo ora