Capitulo 4 (3)

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(Emma) jaló de mi brazo e hizo que perdiera un poco el equilibrio en el primer escalón de las escaleras. Me sostuve al barandal, antes de voltearme con la peor cara que pude haber puesto y atenerme a lo que sea que fuese a decirme.

-Emma.. Que diablos te ocurre! Me estas poniendo todo esto muy difícil... -dijo mi padre con un tono algo desesperado.

-La que no recuerda nada soy yo... Y es mejor que te adaptes o busques como golpearme en la cabeza de nuevo... Tal vez así vuelva a ser tu hija.

-Emma.. Hablas como si la culpa hubiese sido mía.

-Y tu te quieres justificar, como si yo te culpara por ello.

El silencio que se hizo, fue un tanto confuso.... Es como si algo dentro de mi padre estuviera tratando de evadir lo que pasa por su cabeza, o tratar de sanar esa culpa que lo carcome por dentro. Solté un suspiro y solo decidí terminar de subir las escaleras, dejando a un hombre cansado, confundido y al parecer con un gran cargo de conciencia. Me acosté y cerré mis ojos intentando no estar cavilando, pero un ruido proveniente de mi iPhone, interrumpió mi momento de reflexión. Pulse el botón de contestar.

-Se que una regla dice...que no hay que llamar hasta después de un par de días... Pero no puedo olvidar tus ojos.

-Ni siquiera recordaba que te había dado mi número.-dije tratando de sonar indiferente.

-espero sepas quien soy... Me gustaría volver a verte.

-Claro Jared... Te envío mi dirección por mensaje, tal vez puedas pasarte por aquí mañana... Dulces sueños.

Mi manera cortante, era lo que dejaría con ganas de más a ese chico que conocí esta tarde, y es que por raro que parezca, a veces el tratar mal a los hombres, funciona como buen método para conquistar corazones. Envíe el mensaje que prometí y después me enfoque en cerrar los ojos e inundarme en un profundo sueño.

Desperté cerca de las 9:00, me bañé, vestí, arregle y desayune algo ligero, antes de que tocaran a la puerta y momentos después la ama de llaves, me dijera que tenía una visita esperando en la entrada.

-Que bonita sorpresa.- digo con la sonrisa más grande y juguetona que pude poner.

-Bonita la mía... Es temprano y me imaginaba que estarías en la cama todavía.

-No si soy de esas mujeres atléticas, que salen todas las mañanas a ejercitarse un poco.

Se que estoy de broma, pero el no me conoce realmente y no podría saber si lo que digo es o no cierto... Aunque por el cuerpo que tengo, puedo pensar que mi otra yo, se encargaba de mantenerse irresistible a base de una dieta estricta de ensaladas y ejercicio en exceso.

-Hija estaré en ... Mmm buenos días... Soy padre de Emma.. Y tu eres?- dijo mi padre abotonando las mangas de su camisa.

-Jared señor... Es un gusto.-dijo el galán que tengo frente a mi, dándole educadamente la mano a mi padre.

-El gusto es mío... Hija... Estaré en mi oficina... Si vas a salir necesito saber a donde....

-bien... Supongo que al parque... Iré por algunas cosas... Ahora vuelvo.- dije sonriendo a Jared y corriendo en dirección hacia mi habitación.

(Andrew Hamilton) entre terminando de ajustarme la corbata, cuando sonó el maldito ordenador sobre mi escritorio, indicando que estaba recibiendo un correo. Desde que Emma sufrió el accidente, no he recibido ningún correr o de Melissa, pero sin embargo, es ta vez tengo un mal presentimiento. Hubiese pensado que solo estoy paranoico, si no hubiese aparecido en la ventana de mi bandeja de entrada, la misma dirección anónima, que no tiene lugar estable de emisión.
<< Querido Andrew... Siento haber estado tan ausente, pero ahora se que me necesitas. Me imagino que debe ser difícil, ver como tu hija no solo olvido la verdad sobre mi... O más bien sobre ti, si no que ni siquiera se comporta como la mujer dulce y perfecta que era... Y me temo que ahora su vida se le va a complicar aún más... Según tengo entendido, mi hijo ... Nuestro hijo, ha captado la atención de tu niña... No te parece que sus ojos son familiares a los tuyos?>>

De momento se me hiela la sangre debajo de la piel, y me veo incapaz de poder moverme, e incluso siento que de respirar también, hasta que interrumpen mi momento, con el sonido de la puerta abriéndose, dándole paso a unos ojos perfectamente parecidos a los míos... Y no precisamente los de Emma.

-Tú! No te lo permitiré! Que es lo que planeas... Es que... No puedo creer que ...

-shhh shhh... Será mejor que bajes la voz... Tal vez no me parezca a ti... Pero como puedes confiarle tu casa a personas extrañas?-dijo Jared con un tono engreído.

-porque siempre he confiado en las amistades de mi hija... Que es lo que pretendes? Ella debe saber de esto ahora...

-Yo no lo haría si fuera tu... Acaso no ves la actitud de Emma? Ella detesta vivir aquí... En especial contigo como padre... La fastidias... No crees que si le dices toda la verdad de nuevo, ella no va querer saber nada de ti? Solo piénsalo... Se te ha salido todo de las manos.

-No puedo creer como tu y tu madre... Hagan esto... Es que no pueden olvidar Todo? Siempre has tenido una pensión de mi parte... Que es lo que buscas?

-Dinero es seguro que no .... Pero si a una hermosa mujer que es mi media hermana.. Cosa que no me importa en lo más mínimo.

-Si te atreves a volver a...

-A qué? A tocarla? A intentar algo más con ella? A regresar a tu mansión ? Qué harás? Es obvio que no decirle la verdad... Porque ambos sabemos que lo que menos quieres, es alejarla más.

Me entra el pánico por todo el cuerpo, cuando me doy cuenta de que el tiene razón, y no seria capaz de decirle a mi hija la verdad de la que toda la vida la prive, y de la que no pude dar la cara hasta hace poco y terminó con una tragedia tan tremenda como esta... Ahora Emma no me ve con amor, cariño y comprensión como solía, incluso después de hablar con ella sobre todo lo que alguna vez le oculte.

Desde antes de conocerte (en edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora